Podemos pide eliminar parque fotovoltaíco en La Cueva
Podemos Ólvega ha presentado alegaciones a la posible instalación de una planta fotovoltaica en La Cueva, ya que se ubicaría en el entorno de uno de los parajes que han sido referencia de estudiosos de la talla de Menéndez Pidal.
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El filólogo, historiador y folklorista situó en la zona elegida para la hipotética planta la Leyenda sobre la muerte de los Infantes de Lara, un antiguo cantar de gesta, datado hacia el año mil, época de Almanzor, y reconstruido parcialmente por él, y que debe ser considerada, en palabras del edil morado, Mario Calonge, “una señal de identidad de primer orden en la cultura local y nacional”.
“Somos la única formación que defiende la memoria de este enclave, su importancia histórica para Castilla y León, como también somos la única que vuelve a defender y poner en valor los yacimientos de Ólvega y La Cueva de Ágreda”, ha añadido el concejal.
Podemos, en su línea propositiva, insiste en que antes que seguir dilapidando las riquezas del Moncayo, habría que “acceder a otras posibilidades, como nuestra contrapropuesta a los parques de energías renovables, y que comienzan con fomentar y mejorar el autoconsumo eléctrico, e instalar placas, en primer lugar, únicamente en lugares ya construidos. Insistimos en que hay que respetar el entorno natural del medio rural para que el beneficio llegue a sus habitantes y no a las grandes empresas con sedes sociales fuera de la zona extractiva. Hemos presentado mociones en esta línea de trabajo en los plenos
locales y seguiremos insistiendo”.
Apuntan, asimismo, ya hay seis líneas eléctricas en la subestación
En el documento de alegaciones presentado por el Calonge se demanda que la línea de evacuación no sea aérea, sino subterránea, evitando así el deterioro paisajístico y medioambiental, puesto que también es una “zona de alta sensibilidad para las aves planeadoras durante el periodo de reproducción en Castilla y León”, siendo los tendidos eléctricos una amenaza particularmente para el quebrantahuesos, que tiene nidificaciones en la zona, tanto en la parte aragonesa del Moncayo, como en la soriana.
El concejal olvegueño ha apuntado que “la Junta de Castilla y León, teniendo conocimiento de este hecho, debería haber notificado al promotor esta circunstancia”.
El pasado mes de diciembre, el consejero de Medio Ambiente de la Junta, Suárez- Quiñones, volvió a pronunciarse sobre el Parque Natural del Moncayo soriano, informando de que se iba a iniciar su tramitación, exactamente diez días antes del anuncio de la convocatoria electoral a Cortes.
“¿Otra vez papel mojado?, se pregunta Calonge “Desde 1978, la parte aragonesa del Moncayo tiene el reconocimiento de Parque Natural; en treinta años de gobierno del PP en Castilla y León no se ha hecho nada de nada con la parte soriana, y ahora nos vienen con un nuevo retraso. Sobran comentarios.”.
En su visita, el consejero ya fue cuestionado por estas instalaciones, respondiendo que los expedientes determinarían las actividades.
Pero, en el escrito de alegaciones de Podemos se exponen “movimientos sobre estos informes, ya que el proyecto y el estudio de impacto ambiental se han realizado y finalizado con antelación a la realización
del estudio arqueológico, lo cual ha impedido que el mismo valore tales afecciones, relegando la posibilidad de existencia de elementos de Patrimonio Cultural a que el mismo se pudiera salvaguardar mediante un condicionado mínimo o modificación posterior”.
Impacto ambiental
Del mismo modo, se señala en el escrito, “en la fase de proyecto y de inicio del Estudio de Impacto Ambiental, el promotor debería haber tenido acceso a la información ambiental y de patrimonio cultural existente y en posesión de la Junta de Castilla y León. Entre esa información están los yacimientos arqueológicos presentes en la zona, entre los que están los de la Loma Río de la Mata que se sitúa en la parcela 784, precisamente donde se van a ubicar las placas solares. Por lo tanto, tal afección no aparece en la elección de las alternativas, ni es valorada a la hora de planificar la obra, la realización de zanjas y de instalación de las placas, y por supuesto mucho menos para definir y concretar los movimientos de tierras”.
Finalmente, otra de las argumentaciones incide en que “la cercanía del cauce del río Araviana, con todo el valor de su vegetación y características hidrológicas, hacen necesario el alejamiento, incluso el soterramiento, de este tendido. La modificación de un tendido eléctrico aéreo a otro subterráneo supone una modificación sustancial del proyecto que debe llevar a sacarlo de nuevo a fase de información, no pudiendo resolverse mediante una mera modificación ajena al proceso de participación pública”.
En el escrito se solicita, en palabras de Calonge, “un nuevo proyecto, y que se subsanen las graves deficiencias observadas sobre patrimonio, sobre flora y fauna, además de que se conozca y respete la historia local, y que se vuelva a la casilla de salida con un nuevo plazo de información pública”.