Noviercas acoge a refugiados ucranianos
Cuatro mujeres ucranianas, dos madres y sus hijas, y un traductor, ya descansan en Noviercas tras un largo viaje desde la frontera ucraniana con Polonia, adonde viajó Francisco Egea, "Paco", que regenta el teleclub de la localidad del Moncayo.
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La expedición, después de día y medio de viaje y más de 3.000 kilómetros, llegó anoche a Noviercas, donde fue recibida con carteles de bienvenida en el teleclub de la localidad.
Las dos madres y dos hijas que ya están en Noviercas llevaban en la frontera de Polonia con Ucrania tres días, en las carpas de acogida, esperando salir para algún lugar que les brinde la paz que les ha arrebatado Putin en su país.
La acción solidaria se ha gestado y culminado en apenas una semana.
Paco sintió la necesidad de echar una mano en el desastre humanitario que se está viviendo en el país ucraniano y decidió recoger a alguna familia ucraniana que huyera de la guerra.
Pidió colaboración a los vecinos para cargar su vehículo de medicamentos y la respuesta fue rápida y unánime. Se puso en viaje y en día y media llegó hasta la frontera de Polonia con Ucrania, donde se encontró a cientos de personas que buscan un país de acogida en Europa y donde entregó el material sanitario.
"Sobre todo, hay que destacar la solidaridad de Noviercas. Cuando comunicaron por las redes sociales que me iba a Polonia, a la frontera, qué manera de moverse la de esta gente", ha resaltado.
En Duruelo de la Sierra también descansan cuatro mujeres y dos niños (de uno y dos años), recogidos por Vicente Hernández y su hija Valeria en Brastislava.
La localidad pinariega, que no tenía ningún residente de nacionalidad ucraniana, también ha dado el paso para brindar acogida a estas personas que huyen de la guerra.