Vinuesa se prepara para la Pinochada
Vinuesa celebra hoy la Virgen del Pino y se prepara para el día siguiente en el que se celebrará la popular "Pinochada", fiesta declarada de interés turístico regional.
Casi 400 mujeres protagonizan la Pinochada
En marcha la contratación de la Vía Ferrata de Urbión
Hoy miécoles, a las 12:30 horas de la mañana se celebra una procesión con la imagen de Nuestra Señora del Pino y San Roque por las calles de Vinuesa, seguida de solemne Misa en honor a los patronos de la Villa.
A las 6 horas de la tarde, en un paraje denominado “Campo Verde”, se celebran los bailes tradicionales de cofradías.
Constituyen la comitiva los oficios de ambas cofradías, acompañados los casados de sus mujeres y los solteros de sus novias, hermanas..., las autoridades y el párroco de la Villa, así como numeroso público.
Ya en el “Campo Verde” revolotean los capitanes sus banderas, siempre sobre la boina o sombrero que hace las veces de cabeza del enemigo vencido. Finalizado el revoloteo, que se realiza con acompañamiento musical de la gaita y el tamboril comienza el ritual del “Baile del Campo Verde”.
A los acordes de la jota castellana salen a bailar primero el mayordomo de propios con su pareja, después (en la segunda jota) le siguen el capitan y capitana de Nuestra Señora del Pino. Continúa en la tercera, los respectivos de San Roque, a los que le siguen el alférez –con su pareja- de la Virgen del Pino,
Y asi sucesivamente hasta participar todas las parejas que ostentan oficios en ambas cofradías. Finalizada ésta jota, continúa el baile pudiendo ahora danzar cualquier persona asistente que esté interesado en ello.
Alrededor de las 10 horas de la noche se celebra un Rosario cantado por las calles y ofrenda de la segunda y tercera Velas a la Virgen del Pino por las cofradías.
La Pinochada
La Pinochada se celebra el 16 de agosto, una fiesta de cuyo origen existen diversas versiones.
La más extendida es la que considera su carácter histórico. Bien como rememoración de la lucha entre Vinuesa y el pueblo cercano Covaleda por un pinar cuya posesión se disputaban, resultando vencedora Vinuesa merced de la intervención de sus mujeres en el combate, bien como recuerdo de la pugna de los dos pueblos por la posesión de la Virgen del Pino, aparecida en un pino de adscripción dudosa a uno u otro municipio, porque las raíces pertenecían a Vinuesa y las ramas a Covaleda
Otras teorías consideran la Pinochada como una reminiscencia del matriarcado, habida cuenta de la autoridad y mando temporal que en esta fiesta tienen las mujeres, tal vez relacionado con las Aguedas que se celebran en muchas localidades de la Península Ibérica en el mes de febrero. Incluso hay quien ve en esta fiesta una pervivencia del culto de los pueblos celtas al pino, o una fundación de los visontinos que habían tomado parte en las guerras de Flandes.
Dos son las cofradías que organizan y participan en la Pinochada: la de Nuestra Señora del Pino, formada sólo por casados y la de San Roque, exclusivamente de solteros. Ambas se rigen por unos estatutos aprobados por Fernando VI en el cuarto año de su reinado, que establecen que todos los cofrades tienen la obligación de asistir a la procesión, misa mayor y demás funciones. Cada hermandad cuenta con sus propios personajes de capitán, alférez y sargentos.
El día 16 a las 10 de la mañana, en comitiva por las calles, el pueblo se encamina a la plaza donde está la iglesia; las mujeres pertenecientes a cada bando van ataviadas con el traje típico de piñorra, y llevan en una mano los pinochos (ramas de pino) que posteriormente emplearán como arma de combate.
Después de entrar en la iglesia con el fin de bendecir los pinochos, la batalla da comienzo con el enfrentamiento, en primer lugar, de los hombres. Se sitúan en fila, agarrados uno a otro y con el sable desenvainado y la rodela o escudo de protección. La música toca entonces el paso de ataque que inicia el combate, que consiste en dar vueltas cada bando alrededor de la plaza, juntándose en momentos determinados para atacar descargando sablazos sobre los adversarios; unos y otros se protegen con los escudos. La ceremonia se repite por tres veces, quedando victoriosos en la lucha los casados.
A continuación se va a buscar a las mujeres de cada bando, llamadas capitanas, las cuales realizan los mismos actos previos que los hombres; se colocan en orden de batalla en la plaza, agitando las capitanas las banderas y portando cada una el pinocho. La lucha tiene lugar ahora entre casadas/os contra solteras/os, resultando finalmente triunfantes el bando de Nuestra Señora del Pino (casados).
Es costumbre que, una vez concluida la batalla, las mujeres comiencen a repartir inesperados pinochazos a los hombres, indiscriminadamente, y que éstos, no pudiendo huir, se sometan al castigo, dando gracias y contestando " de hoy en un año".