Segunda tanda de ejercicios espirituales en Diócesis
El Monasterio de Santa María de Huerta ha acogido desde el 28 de agosto al 1 de septiembre la segunda tanda de ejercicios espirituales organizada por la Delegación del clero de la Diócesis de Osma-Soria en la que han participado doce sacerdotes.
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Fueron dirigidos por Mons. Fernando Valera Sánchez, obispo de Zamora que siguió la metodología ignaciana en sus meditaciones.
Los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola son una ayuda para encontrarse con Dios y desde ahí orientar la propia vida. Un encuentro para sentir y gustar internamente, pero también para fortalecer el compromiso personal.
Son experiencia vital y también un método, una pedagogía, para sentir y gustar internamente de las cosas.
Requieren silencio interior y también impulsan a salir fuera de uno mismo para amar y servir.
Son un proceso personal pero hace falta apertura para dejarse ayudar y orientar en el acompañamiento.
El Papa Francisco dijo que "quien vive los ejercicios espirituales de modo auténtico experimenta la atracción, el encanto de Dios, y vuelve renovado, transfigurado a la vida ordinaria, al ministerio, a las relaciones cotidianas, trayendo consigo el perfume de Dios […] los hombres y mujeres necesitan experimentar a Dios y no conocerlo solo de oídas".
Y nosotros, ¿estamos listos para experimentar a Dios?