Cuando sobran los obstáculos y faltan colaboraciones
Resinas Naturales inauguraba hace apenas una semana su destilería en Almazán, un proyecto que ha necesitado casi cinco millones de euros y abre perspectivas de empleo y desarrollo en la comarca adnamantina y buena parte del medio rural de la provincia, gracias a la importante masa forestal de pinos que atesora.
En el acto, el presidente del Congreso de los Diputados, Jesús Posada, resaltaba la importancia de la colaboración entre las diferentes administraciones para hacer posible los proyectos de la mano de la iniciativa privada, mientras el alcalde de Almazán, José Antonio de Miguel, lamentaba los “desencuentros” políticos habidos en la tramitación del proyecto, que hicieron peligrar su implantación en la villa adnamantina y en la propia provincia. No es el primer caso donde los intereses partidistas han restado y restan más que suman a la hora de hacer provincia, alejándose día a día de los intereses de los ciudadanos que dicen representar y defender. Soria, por encima de siglas, necesita grandes consensos en asuntos vitales para su propia supervivencia como ente provincial, empezando por la manera de afrontar sin titubeos el problema fundamental de la despoblación -ya son demasiadas décadas sin respuestas de gobiernos de uno y otro color- y terminando por el modelo de provincia y capital que podemos aspirar a ser. Mientras no exista este consenso que diseñe y planifique un proyecto global a largo plazo y sigamos mareando la perdiz, la provincia seguirá reproduciendo tantos errores como lamentos como los que nos ha llegado hasta aquí.
