Cuando el Senado plantea y el Gobierno calla
El borrador de los Presupuestos Generales del Estado para 2016 no refleja el contenido de las recomendaciones contenidas en la ponencia sobre la despoblación aprobada este año en el Senado y que deberían servir para frenar una tendencia que lleva años reproduciéndose en Soria y en la España interior sin que ningún gobierno haya tomado cartas en el asunto, a pesar de la gravedad del mismo.
El caso extremo de la despoblación en España es Soria -encabeza el ránking de población perdida nacida en la provincia, con un 46 por ciento- pero hay otras treinta y cinco provincias que vienen perdiendo población en las últimas décadas y que necesitan de políticas de Estado para frenar esta problemática que amenaza su propia supervivencia pero también afecta al propio modelo territorial del Estado. La despoblación ha provocado que existan en España más de 3.900 municipios con menos de 500 habitantes para los que es urgente adoptar medidas que garanticen su futuro a medio y largo plazo. No hubiese estado de más que el Gobierno hubiera contemplado en las Cuentas del Estado algunas de las cincuenta medidas recogidas en la ponencia del Senado, desde la que inciden en el fomento de la natalidad, hasta las que hacen hincapié en vertebrar los territorios rurales, pasando por las medidas fiscales para apoyar a habitantes, empresas y profesionales asentados en el medio rural. Pero una vez más, el Gobierno ha dejado de momento para más adelante el estudio del Senado, cuando es urgente, de política de Estado, pasar de las musas al teatro y adoptar medidas.