Cuando el Ayuntamiento no mira el euro
EL ayuntamiento de soria se ha metido de lleno en una nueva polémica
política con las finanzas como pretexto y coincidiendo con el recorte
del gasto público anunciado por el Gobierno de España.
La concertación de una operación extraordinaria de tesorería por valor de 4,6 millones de euros ha abierto el debate sobre la gestión económica de la corporación capitalina y ha puesto de manifiesto la precariedad política en la que vive desde hace una década, una carencia que tiene sus responsables directos en los partidos políticos y en especial a los mayoritarios, incapaces de sustentar acuerdos con visos de cumplimiento. Sin necesidad de generar falsas alarmas, el Ayuntamiento de Soria lleva meses viviendo por encima de sus posibilidades, lejos de la realidad que tienen que sufrir muchos de sus ciudadanos. Ha habido en este tiempo muchos gastos que, en una situación de crisis económica como la que se vive, se podían haber suprimido, o cuando menos recortado. Ni que decir tiene que pagar productividades millonarias a los que más ganan en la corporación debería tener poco encaje en un gobierno sustentado por las siglas socialistas. Cargar a las espaldas de todos los contribuyentes los intereses de una nueva operación de crédito para salvar la falta de ingresos por el incumplimiento en el pago de otras administraciones y de algún constructor que compró aprovechamientos es una medida que a un buen número de ciudadano les cuesta entender en un gobierno que dice abrazar el progresismo. El Ayuntamiento necesita ciertamente un plan de ahorro. Y sobre todo, más coherencia.
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