Los niños menores de cinco años no deben comer uvas enteras en Nochevieja
La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) ha advertido hoy que los niños menores de cinco años no deben comer las uvas en Nochevieja por el riesgo de atragantamiento o asfixia.
La OMS cifra en 300.000 muertes por ahogamientos en el mundo en 2021
Tampoco esta fruta debe sustituirse por la ingesta de frutos secos, palomitas de maíz, caramelos o grageas de chocolate para dar la bienvenida al año 2025.
Debido al tamaño, piel resbaladiza y jugo del interior, las uvas pueden ser tragadas sin masticar y provocar un taponamiento de las vías aéreas, impidiendo al niño respirar, según ha advertido la SEORL-CCC.
Por ello, los otorrinolaringólogos han recomendado que no las ingieran menores de cinco años y cuando se les ofrezcan a los niños mayores sean sin piel, ni pepitas y partidas en trozos (evitando cortarlos en rodajas).
Por otra parte, se ha recomendado no dar frutos secos ni caramelos duros, palomitas de maíz o grageas de chocolate a los menores de cinco años ya que los fragmentos duros que se desprenden al morderlos pueden obstruir las vías respiratorias.
Los frutos secos deben ofrecerse molidos a menores de cinco años.
En el caso de los mayores de 65 años y los pacientes con disfagia, las uvas también pueden ser peligrosas.
La incidencia de asfixia es siete veces mayor en personas de la tercera edad que en niños de 1 a 4 años, según una revisión publicada en la revista Geriatrics.
Mientras que la disfagia es un trastorno de la deglución que afecta a más de 2,5 millones de españoles, de los que el 90 por ciento están sin diagnosticar.
Aunque afecta a personas de cualquier edad, es más frecuente a partir de los 65 años, cuando afecta a casi un tercio de la población mayor.