El desplazamiento forzado afecta a 43 millones de niños
El desplazamiento forzado de familias enteras crece a un ritmo alarmante: en la última década se duplicó, superando la cifra récord de 43 millones de niños y niñas* a finales de 2022. Muchos de ellos, no han conocido otra realidad, según ha denunciado UnIcef España.
El aumento está relacionado con el surgimiento de conflictos, crisis y desastres climáticos en todo el mundo. Solo la guerra en Ucrania ha obligado a más de 2 millones de niños y niñas a huir del país y ha desplazado a más de 1 millón de niños dentro de Ucrania.
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Se prevé que los desplazamientos causados por el clima aumenten rápidamente si no se toman medidas urgentes para mitigar el calentamiento global y preparar a las comunidades que viven en primera línea de la crisis climática.
Los fenómenos meteorológicos extremos, como las inundaciones de Pakistán y la sequía del Cuerno de África, han provocado otros 12 millones de desplazamientos de niños y niñas a lo largo de 2022.
En Etiopía, la sequía ha marcado el curso de los últimos años. Cinco temporadas sucesivas de lluvias fallidas han dado lugar a millones de desplazamientos, dejando a más de 1,9 millones de niños y niñas de la región en riesgo de desnutrición severa.
En 2022, UNICEF llegó a más de 2 millones de niños y mujeres con servicios de atención médica y prevención de la desnutrición para más de 30 millones de niños y madres.
Desde 2021, los afganos que buscan seguridad han encontrado refugio en países como Irán, Pakistán, Tayikistán y Uzbekistán.
En estos países anfitriones, UNICEF ha proporcionado oportunidades educativas a más de 340.000 niños, mientras que 200.000 han sido vacunados contra el sarampión y muchos más han recibido suministros educativos y de higiene.
¿Cómo viven los niños refugiados y desplazados?
Los niños y niñas desplazados internos y refugiados suelen estar entre los más vulnerables.
A muchos se les niega el acceso a la educación y la atención sanitaria, no reciben la vacunación rutinaria tan esencial para prevenir enfermedades y no pueden acceder al sistema de protección social.
Para muchos niños y niñas, el desplazamiento es cada vez más prolongado.
La mayoría de los niños que están desplazados hoy, pasarán toda su infancia lejos de su hogar.
Es evidente que la capacidad mundial para responder a estos movimientos masivos de personas sufre una gran presión, superando todos los esfuerzos por incluir y proteger a los niños y niñas refugiados y desplazados internos.
Esto conduce a la dificultad de garantizar que todos puedan seguir aprendiendo, mantenerse sanos y desarrollar todo su potencial.
Hacemos un llamamiento a los gobiernos
Los gobiernos tienen un papel fundamental en la protección de los niños y niñas desplazados.
Desde UNICEF han realizado un llamamiento a los gobiernos para que no dejen a ningún niño atrás y trabajen para:
- Reconocer a los niños y niñas refugiados, migrantes y desplazados como niños ante todo, con derechos a la protección, la inclusión y la participación.
- Reforzar los sistemas nacionales de educación, sanidad, protección de la infancia y protección social para incluir a los niños desplazados sin discriminación.
- Invertir en sistemas nacionales de protección de la infancia para proteger mejor a los niños.