Veinte años del oro de Abel Antón en el Mundial de Sevilla
Veinte años se cumplen hoy de una de las gestas del deporte español que tienen nombre y apellidos sorianos: Abel Antón Rodrigo y su victoria en el maratón del Mundial de Sevilla.
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Antón se convertía hace veinte años, en el estadio de la Cartuja de Sevilla, en el primer y único atleta en conseguir dos medallas de oro en los Mundiales de Atletismo al aire libre (Más tarde lo conseguirían otros atletas).
SEVILLA 1999. MUNDIAL ATLETISMO. MARATÓN
El soriano ya había conseguido saborear un oro mundial dos años antes, en la cita de Atenas 1997, donde se impuso en un "mano a mano final" a Martín Fiz.
En Sevilla 1999, el atleta soriano se impuso a otro inconveniente que se sumaba a los ya de por sí complicados kilómetros de competición: el calor.
A su entrada final en el estadio, las gradas de La Cartuja estallaron en vítores hacia el segundo oro español en Sevilla, tras el triunfo de Niurka Montalvo unos días antes.
El atleta soriano respondió con besos y aplausos a los fans con medio minuto de margen sobre su más inmediato perseguidor, el italiano Vincenzo Modica.
A sus 36 años, el oro de Sevilla de 1999 fue el último gran triunfo en la carrera de Abel Antón.
"Días después paseaba por Alicante y me rodeaba la gente", ha recordado Antón en un reportaje publicado por la revista especializada Runners Word.
"Cuando corres en casa y ganas el Campeonato del Mundo en tu país es lo más grande que te puede ocurrir. Dos años antes había ganado en Atenas y no es lo mismo. Se valora más. El recuerdo es muy bonito", ha resaltado.
En 1999 Antón sólo había corrido la Media Maratón de Lisboa y entrado 3º en el Maratón de Londres en abril.
Después, entrenamiento, entrenamiento y disciplina en Soria, en donde corría como mínimo 170 kilómetros semanales, con doble sesión todos los días, a excepción del domingo.
Para Antón la clave de su victoria en Sevilla hay que buscarla en su capacidad para la estrategia.
"Una cosa que siempre hago bien son las tácticas deportivas. Estoy pensando en ella en los días previos, pensando cómo tengo que correr, quiénes son mis rivales. En Sevilla corrí tácticamente perfecto. Sabía a quién tenía que seguir y si no había problemas me quedaba atrás para correr cómodamente. La carrera se controla yendo en el grupo de cabeza, hidratándote bien, cada dos kilómetros y medio. Estudiándola en cada momento. En la salida, con ese calor, pensé que la mitad de los rivales ya estaban fuera de carrera. Me automentalicé e hice una táctica para ganar", ha resumido en Runners World.