Tres décadas de la Agenda Taurina
La Agenda Taurina ha cumplido treinta años como referencia en el mundo del toro y escaparate de las plazas más importantes de Castilla y León.
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El consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Gonzalo Santonja, ha participado ayer en el acto de presentación de la trigésima Agenda Taurina, el anuario del mundo del toro que goza ya de un carácter tradicional dentro del sector y sigue la línea de continuación de sus antecesoras, centrándose en la tauromaquia en Castilla y León.
“Esta agenda es una herramienta perfecta para profundizar en el mundo de la tauromaquia. Son tres décadas de publicaciones que ya forman parte de la historia del mundo del toro y que está presente en las bibliotecas para su consulta y estudio. Es una publicación de referencia para la tauromaquia que durante todos estos años ha tenido una trayectoria brillante”, ha explicado Santonja.
La agenda cuenta con varios temas centrales: un recorrido por las plazas históricas y peculiares de Castilla y León a través de textos firmados por prestigiosos autores y expertos en la materia; una recopilación de prólogos y saludas de importantes personalidades del mundo del toro; un recorrido por la personalidad y obra de Muriel Feiner, periodista, escritora y fotógrafa estadounidense afincada en Palencia; y un reconocimiento a la labor del periodista taurino Carlos Santoyo con motivo de su jubilación.
En relación con las plazas de toros que aparecen en este anuario, destaca la presencia de todas las provincias de Castilla y León, ya que todas ellas tienen plazas de toros históricas o peculiares que merecen ser destacadas y protegidas como el patrimonio que son.
Algunas por su historia dilatada en el tiempo, como son la más antigua de España, la Plaza de Santa María del Castañar, de Béjar; otras por su peculiar encanto, como la de Toro, en Zamora, o de Huerta del Rey, en Burgos.
Las hay que a su antigüedad unen su monumentalidad, como la de Valladolid y la de Salamanca; y otras cuya historia está unida a tal empeño de los pueblos por su construcción, hasta el punto de que o bien ellos mismos las realizan, con azada, como es el caso de la plaza de Quintana Redonda, en Soria, o mediante el método de la hacendera, como la de Astorga, o bien aportan entre todos ellos el capital necesario para llevarlas a cabo, como en Santa María La Real de Nieva, en Segovia.
Un paseo por estas plazas da una visión de su importancia para los pueblos de Castilla y León y para sus habitantes, su raigambre en las tradiciones e historia de los mismos, y un placer estético en su contemplación.