En marcha innovador modelo de Atención en Red
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha anunciado hoy en Alcañices, Zamora, el despliegue del nuevo modelo de Atención en Red, innovador para dar a las personas mayores la atención que necesitan y quieren.
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El nuevo modelo ‘Atención en Red’ arrancará en esta provincia y se extenderá por el conjunto de la Comunidad bajo la idea de facilitar a los mayores vivir en su casa con los servicios como los de una residencia o, si lo prefieren, en una residencia, pero como si estuvieran en su hogar.
Con la experiencia acreditada como la autonomía más avanzada en Atención a la Dependencia, “demostramos que esto es posible”, ha subrayado en la presentación de este modelo, acompañado por la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, ante los alcaldes de los 39 municipios de las comarcas de Aliste y Sayago en los que arrancará.
Este innovador proyecto representa el paradigma de la atención a la Dependencia 5.0 que se está impulsando desde el Gobierno autonómico y que tiene como finalidad ofrecer cuidados individualizados a las personas mayores, con dependencia, discapacidad o enfermedad crónica, ya sea en centros residenciales o en su propio domicilio.
Lo hace, además, entrando de lleno en el medio rural, como respuesta inteligente y sostenible para la demografía de Castilla y León.
Un modelo “innovador” para las personas mayores y un ejemplo de modernización de los Servicios Sociales de Castilla y León, ha reseñado el presidente de la Junta.
Arranca así en Zamora, y ya se está impulsando en las zonas de Vitigudino y Cabeza de Horno, en Salamanca, con el objetivo de extenderlo progresivamente a toda la Comunidad, ha anunciado el presidente de la Junta.
“Estamos demostrando que sí es posible vivir en una residencia como en casa”, ha subrayado Fernández Mañueco, quien ha señalado que éste es el nuevo modelo de atención residencial, que supondrá una inversión de 80 millones de euros en los próximos tres años, y cuya futura Ley ya está en tramitación.
También, ha añadido, se va a demostrar que es posible vivir en casa como en una residencia, con las adaptaciones necesarias, aprovechando el potencial de las nuevas tecnologías para ponerlas al servicio de la protección de los más vulnerables y llevando la atención profesional al domicilio.
Ético e innovador
‘Atención en Red’ pivota sobre tres ejes, complementarios entre sí: ‘A gusto en casa’, ‘Viviendas en Red’ y el nuevo modelo de atención residencial.
En los dos primeros, el usuario recibe servicios de calidad en su propio entorno, permitiendo así que pueda permanecer en su hogar de forma digna y segura hasta el final de su vida.
Además, pueden aprovechar la lavandería, la cocina y otros servicios de las residencias de la zona como plataformas multiservicio.
‘Viviendas en red’ suma casas cedidas por los ayuntamientos para que personas mayores que emigraron puedan volver a su pueblo.
Se trata, además, de un sistema en el que la prestación de los apoyos profesionales se concibe desde un enfoque ético, esto es, garantizando siempre los derechos de los usuarios, preservando su dignidad, respetando sus deseos y, en definitiva, su proyecto de vida. Además, concibe los cuidados desde una perspectiva innovadora, con soluciones para domotizar los domicilios, teleasistencia avanzada o robot sociales, así como en red, trabajando en colaboración con entidades locales, proveedores de servicios –en el caso de Zamora, con la Fundación Intras- y las asociaciones y familias de la zona.
Por lo tanto, la ‘Atención en Red’ conjuga los cuidados en domicilio y en centros residenciales, y los conecta entre sí por medio de un paquete común de productos tecnológicos y servicios de apoyo y una red de profesionales volcados en la atención y protección de los más vulnerables. Este proyecto pretende dar una respuesta efectiva a la realidad sociodemográfica de Castilla y León, marcada por el envejecimiento y unas condiciones de baja densidad y alta dispersión de su población. El reto es aportar soluciones innovadoras a los cuidados de larga duración y favorecer que las personas con necesidades de apoyo, como protagonistas de su proyecto de vida, puedan optar por seguir viviendo en sus hogares o ingresar en un centro residencial.
Cartera común de servicios de apoyo
El objetivo, ha resaltado Fernández Mañueco, es que las personas mayores que quieran seguir viviendo en sus hogares puedan hacerlo con seguridad y dignidad.
Con este modelo se favorece la autonomía personal, el envejecimiento activo y la prevención de la dependencia, a la vez que está pensando para adaptar los servicios al medio rural y convertirlos también en palanca para crear riqueza y empleo y fijar población. Castilla y León es la Comunidad líder en creación de empleo vinculado a la dependencia y abandera la profesionalización de los Servicios Sociales.
En los proyectos de atención ‘A gusto en casa’ y ‘Viviendas en Red’, los profesionales valoran las condiciones del entorno y determinan el perfil de necesidades y el nivel de riesgo de las personas con dependencia, discapacidad o enfermedad crónica; son quienes actúan adelantándose a la aparición de problemas que puedan derivar en la imposibilidad de que sean atendidos en su propio domicilio, se coordinan con el personal sanitario y planifican los cuidados.
Lo hacen apoyándose en una cartera común de servicios de proximidad (como el de asistencia personal) y en el desarrollo, a partir de experiencias innovadoras, de sistemas tecnológicos de inteligencia artificial y emocional, dispositivos y ayudas técnicas (como la Teleasistencia Avanzada o los robots sociales).
Y, derivado de esa concepción de la atención en red, también contarán con los recursos disponibles en los centros residenciales y de día, concebidos como plataformas multiservicios, de manera que los usuarios que son atendidos en su domicilio pueden hacer uso de los servicios de comedor y lavandería o de los programas de promoción de la autonomía personal de una residencia o de un centro de día.
Asimismo, estos programas incluyen otros servicios de apoyo a las familias y a los propios usuarios –ya sea en forma de acciones formativas, grupos de autoayuda o servicios de respiro–, y promueven la implicación de los vecinos con las personas mayores, procurando su participación social, su bienestar y su calidad de vida.