Los castellano-leoneses podrían ahorrar 500 euros anuales si evitasen tirar el desperdicio de los alimentos
Según un estudio realizado por una compañía de investigación independiente
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Evitar el desperdicio de los alimentos es una solución práctica para ajustarse el cinturón. El 91,67 por ciento de los castellano-leoneses tira a la basura alrededor de cinco kilogramos de alimentos al mes por valor de 40 euros, lo que supone una media de 63 kilogramos al año –valorados en 500 euros.
La mala conservación o almacenamiento (35,42 por ciento), seguido de las sobras (31,25 por ciento) y de los típicos olvidos en la nevera (27,08 por ciento) son las principales causas del desperdicio, según el estudio "La conservación de alimentos, una media de ahorro para evitar el desperdicio en los hogares españoles", elaborado por la compañía de investigación independiente Toluna para FoodSaverTM, marca líder en sistema de envasado al vacío doméstico.
España es el sexto país europeo que más alimentos desperdicia pese a que los españoles consideran que tiran poca comida a la basura y que suelen aprovechar las sobras.
La encuesta se ha realizado a 1.000 españoles, hombres y mujeres de entre 25 y 60 años, de todas las comunidades autónomas.
El perfil del encuestado tipo vive con su pareja, tiene uno ó dos hijos y suele desayunar, comer y cenar en casa.
El estudio pretende demostrar la importancia de una correcta conservación de los alimentos, con un doble objetivo: evitar tanto el desperdicio como el hecho de consumir alimentos que por esta razón han perdido su frescura y parte de sus propiedades, lo que puede terminar perjudicando nuestra salud.
Al preguntar por la cantidad de alimentos que se arrojan a la basura, el 87,14 por ciento de los castellano-leoneses confiesa hacerlo habitualmente, frente a un 13,66 por ciento que admite no tirar nada.
Pan, bollería, fruta de verano (como fresas, melocotones, melón o sandía) y comidas precocinadas previamente son los alimentos que los encuestados tiran a la basura, frente a la pasta, arroz, legumbres, carnes, comidas precocinadas y embutidos, que se convierten en los productos que menos tiran.