La economía de Castilla y León crecerá un 2,4 por ciento, según prevé Caja España-Duero
Crecimiento del empleo del 1,7 por ciento
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Caja España-Duero ha presentado hoy el primer número de su publicación “Previsiones Económicas de Castilla y León”, que recoge los datos correspondientes al cuarto trimestre de 2014 y cierre del año, así como las perspectivas a corto y medio plazo de la economía regional, que tendrá un crecimiento en 2015 del 2,4 por ciento, según sus pronósticos.
En el acto de presentación celebrado en Valladolid esta mañana han participado la consejera delegada de Caja España-Duero, María Luisa Lombardero y el rector de la Universidad de León, José Angel Hermida, acompañados por los autores del informe, Francisco García Navas, Felisa Becerra y José Luis Fanjul.
En cuanto a las perspectivas de crecimiento para Castilla y León, las previsiones de Caja España-Duero señalan que el PIB podría crecer un 2,4 por ciento en 2015 (2,6% en España), un punto más que en 2014, en un contexto marcado por una mejora de las perspectivas económicas pese a la persistencia de riesgos, derivados tanto de la inestabilidad geopolítica a nivel internacional como de los desequilibrios aún existentes en la economía española (nivel de endeudamiento, tasa de paro).
Se prevé que todos los componentes de la demanda interna muestren un mejor comportamiento que en 2014, aunque el gasto en consumo de las administraciones públicas podría descender ligeramente (-0,5%).
Por el contrario, tanto el consumo privado como la inversión acelerarían su ritmo de crecimiento, hasta el 1,9% y 2,5%, respectivamente. Desde la perspectiva de la oferta, el crecimiento previsto se fundamentaría en una aportación positiva de todos los grandes sectores productivos, destacando los repuntes de la industria y el sector servicios, superiores al 2%.
CRECIMIENTO DEL EMPLEO
En lo que respecta al mercado de trabajo, las previsiones apuntan a un crecimiento del empleo en Castilla y León del 1,7% en el promedio de 2015 (935.300 ocupados), inferior al previsto para España (2,5%).
Exceptuando el sector de la construcción, donde en cualquier caso se frenaría la destrucción de empleo, el número de ocupados crecería en el resto de sectores, destacando el incremento que podría producirse en la industria.
Este avance del empleo, junto al leve descenso previsto en la población activa, provocarían una reducción en el número de parados (hasta los 224.600), estimándose una tasa de paro del 19,4% para el promedio del año, casi 1,5 puntos inferior a la registrada en 2014.
