EspañaDuero prevé un crecimiento del 2,3 por ciento para Castilla y León en 2017
El PIB regional ha aumentado un 3,2 por ciento en 2016
Podemos pide que el consejero de Fomento explique las medidas contra los incendios
La tasa de criminalidad desciende en la región durante 2016
EspañaDuero ha presentado hoy en Valladolid el noveno número de su publicación “Previsiones Económicas de Castilla y León”, que recoge los datos correspondientes al cuarto trimestre de 2016 y agregado del año, así como las previsiones de crecimiento para 2017.
En el cuarto trimestre de 2016, el Producto Interior Bruto (PIB) de Castilla y León ha crecido un 0,5% respecto al trimestre anterior, situándose la variación
interanual en el 2,9 por ciento (3,0% en el tercer trimestre).
En el conjunto de 2016, el PIB regional ha aumentado un 3,2 por ciento, dos décimas más que en 2015, señalando nuestras estimaciones un aumento del PIB del 2,3 por ciento para 2017 (en torno al 2,5 por ciento en España).
Al igual que el número anterior, este informe de EspañaDuero, de periodicidad trimestral, se divide en tres partes: Contexto Económico, Coyuntura Económica de Castilla y León y Análisis Provincial.
El primer apartado se centra en el análisis del contexto internacional y nacional, en tanto que en la segunda parte se analiza la evolución reciente de la economía regional y sus expectativas de crecimiento, incluyendo las previsiones de crecimiento de la producción y el empleo para 2017. Por último, se incluye un análisis de las nueve provincias de Castilla y León, incorporando estimaciones y previsiones de crecimiento de la actividad económica.
La situación económica en el contexto internacional ha mejorado en los últimos meses, y los datos macroeconómicos están siendo más positivos de lo esperado.
Así, las perspectivas de las principales organizaciones internacionales proyectan un ritmo de crecimiento algo más dinámico para la economía mundial en 2017 y 2018, próximo al 3,5%.
Esta ligera revisión al alza se apoya en el impulso fiscal anunciado por algunas grandes economías (como EE.UU.), pero en cualquier caso persisten numerosas incertidumbres que amenazan con dañar esta recuperación, asentada en un nivel de crecimiento que permanece aún por debajo de su tasa
potencial.
Crecimiento
La economía española, con una tasa interanual del 3,0% en el cuarto trimestre de 2016, sigue creciendo por encima del conjunto de las economías avanzadas y de la Eurozona, pero el ciclo de expansión está en fase de ralentización, con una variación del PIB prevista para 2017 cercana al 2,5%.
En 2016 el crecimiento de la producción ha sido del 3,2%, y el desglose por componentes muestra una suave desaceleración de la demanda interna, que se ha
compensado por un mejor comportamiento de la demanda externa neta.
Coyuntura Económica
El PIB de Castilla y León ha experimentado un crecimiento interanual del 2,9% en el cuarto trimestre de 2016, una décima inferior al del trimestre previo, de modo que en el conjunto del año se habría producido un crecimiento del 3,2% en términos reales, una tasa similar a la del conjunto de España y dos décimas superior a la de 2015.
En términos corrientes, el PIB ha crecido un 3,6% en 2016, alcanzando los 60.071,6 millones de euros.
En la segunda mitad de 2016 se ha registrado una desaceleración del crecimiento, como consecuencia de la aportación negativa del sector exterior, ya que la demanda interna, especialmente el gasto en consumo, ha seguido mostrando un notable dinamismo.
En concreto, la demanda regional ha aumentado su contribución al crecimiento hasta los 3,6 p.p. en el cuarto trimestre de 2016 (3,3 p.p. en el conjunto del año, casi un punto más que en 2015), debido al repunte del gasto en consumo de las administraciones públicas, ya que el ritmo de crecimiento del consumo de los hogares se ha moderado.
Pese a ello, el consumo privado ha crecido un 3,6% en 2016, dos décimas más que en 2015, en tanto que el consumo de las AA.PP. ha crecido un 2,7%, tras mantenerse estable el año anterior.
Por el contrario, el aumento de la inversión (2,5% en 2016) ha sido algo más moderado que en el año anterior, sobre todo en el caso de los bienes de equipo.
El saldo exterior neto ha mostrado una trayectoria desfavorable en 2016, de forma que mientras en 2015 contribuyó con 0,6 p.p. al crecimiento regional, en el pasado año le habría restado una décima al crecimiento regional. Esto se ha debido a que las exportaciones de bienes y servicios han experimentado una mayor ralentización en su ritmo de crecimiento que las importaciones, aumentando en ambos casos en torno a un 2,5% en 2016, en términos reales, aunque en el último trimestre del año el avance de las exportaciones ha sido solo del 0,3%, frente al 1,3% de las importaciones.
Desde la perspectiva de la oferta, en el cuarto trimestre de 2016 se ha intensificado el ritmo de crecimiento de todos los sectores productivos, exceptuando los servicios, dado el descenso observado en los servicios de no mercado, única rama de actividad donde ha disminuido el Valor Añadido Bruto (VAB). Sin embargo, en el agregado de 2016, únicamente se habría producido un descenso en la rama de productos energéticos, creciendo el VAB en el resto de sectores, con tasas entre el 1,0% de los servicios de no mercado y el 5,8% del sector agrario.
El sector primario y la industria han crecido a mayor ritmo que en 2015, registrando los servicios un incremento similar, en tanto que el ritmo de avance de la construcción se ha desacelerado en el último año.
Con relación al mercado de trabajo, en el cuarto trimestre de 2016, el número de ocupados en Castilla y León ha crecido un 3,1% interanual (2,3% en España), de modo que en el agregado del año el empleo habría aumentado en torno a un 2,8%, frente al 2,1% de 2015. Continúa siendo más intenso el incremento del empleo por cuenta propia, así como de la contratación temporal y el empleo a tiempo completo, disminuyendo únicamente el empleo en la construcción. Este aumento del empleo junto al nuevo descenso de la población activa han provocado una reducción del desempleo del 16,0%, que ha situado la tasa de paro en el 14,8% (18,6% en España), casi tres puntos inferior a la de finales de 2015.