Soria | Sucesos

El abad reclama solución para evitar que monasterio se inunde

El abad del monasterio cisterciense de Santa María de Huerta, Isidoro Anguita, ha reclamado hoy una solución a las administraciones para evitar que el monasterio vuelva a sufrir una inundación como la registrada en la tarde de ayer domingo, que anegó diferentes estancias del cenobio.

Anguita ha declarado hoy a que las inundaciones sufridas en la tarde del domingo han sido un "auténtico desastre" para el monasterio, situado en una bajante de una explanada de una barranquera, lo que le condena a sufrir episodios de este tipo cada vez que se produce una fuerte tormenta de agua.
"El agua tiró parte del muro y entró todo el agua en la iglesia, con casi metro y medio. Y también ha entrado agua al claustro y a parte de la cilla. Ahora mismo estoy en la iglesia y es una auténtica balsa", ha detallado.
La avenida de agua rompió el muro de la huerta, que hizo de dique, y penetró con fuerza en las dependencias del cenobio "y arrasó con todo, sin darnos tiempo a abrir las puertas".

Anguita ha resaltado que lo importante es que no se han registrado daños personales, pero sí ha entrado mucho barro en el monasterio.
"Esto de alguna manera tendrán que arreglarlo, porque es repetitivo", ha asegurado.
El abad del monasterio cisterciense ha apuntado que las administraciones ya conocen que la solución al problema de las inundaciones es canalizar las aguas que se precipitan por el barranco.
La anterior riada que provocó inundaciones en el monasterio se remonta a 2015 y, en esta ocasión, se rompió el muro del cementerio de Santa María de Huerta, situado junto al cenobio.

"El día que haya una desgracia personal, nos vamos a enterar", ha lamentado.
El monasterio de Santa María de Huerta es uno de los más destacados de la orden del Císter en España.
Por su parte, la vicepresidenta primera de la Diputación provincial, Esther Pérez, ha reconocido hoy que la situación "desoladora" en Santa María de Huerta, tras las inundaciones de ayer domingo.
Durante toda la noche han trabajado vecinos, bomberos y una motobomba de la Junta y hoy "todo el parque" de Vias y Obras, de la Diputación provincial -más de 70 personas- está trabajando para retirar el lodo y la paja arrastrada por la avenida de agua.
"Ha sido una barbaridad. Nos acordábamos de la de 2015, pero esta la supera con creces", ha resaltado.
Entre los daños provocados por la riada, se encuentran los registrados por diez viviendas situadas en las proximidades del monasterio.
Pérez ha asegurado que ahora es momento de ayudar a los vecinos y más tarde habrá que estudiar a medio-largo plazo la solución que se adopta.