Carta de los familiares del hombre fallecido en Comisaría de Soria
Familiares del hombre fallecido el pasado fin de semana en la Comisaría de Policía de Soria han escrito una carta donde piden total transparencia en el proceso de investigación.
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OPINIÓN/ Dudas, preguntas y búsqueda de Justicia
A la ciudadanía soriana, y a las instituciones que corresponda.
Ante el luctuoso suceso ocurrido el sábado pasado, nos vemos en la obligación ética de ofrecer nuestras vivencias, dudas, preguntas, y reflexiones en lo relacionado con este hecho, ya que entendemos que hay demasiadas zonas en sombra, y es de justicia que todo se esclarezca para la memoria póstuma del fallecido, y para la salud democrática de nuestra sociedad.
La síntesis de lo ocurrido es: que el fallecido había ingerido alcohol y mostraba un cuadro de ansiedad y agresividad importantes. Una persona que fue insultada e increpada llamó a la policía que se personó en el lugar en torno a las 18,30 horas del sábado. A las 18,45 horas lo llevaron reducido y esposado a la Comisaría. Como seguía la misma actitud del detenido llamaron a emergencias al 112 para que le administrara sedantes, lo que hizo en dos ocasiones.
Sobre las 21 horas, A.G.L. había fallecido en las dependencias de la comisaría.
La primera noticia que tuvimos los familiares –indirectos– fue al día siguiente a las 12,30 horas. Como no vivimos en Soria, nos pusimos en viaje apresurado los familiares más directos al ser localizados por nuestro familiar de Soria, que era primo. Y nos preguntamos:
1.-¿No hubiera sido más apropiado llevarlo a un centro sanitario custodiado, en vez de a Comisaria, para administrarle los calmantes previa comprobación de que eran compatibles con su historial médico…?
2.-¿Qué ocurrió en esas largas 15 horas desde el deceso hasta que tuvimos el aviso?
Nuestro familiar fallecido, tenía en su móvil contactos con familiares directos… No entendemos cómo no se exploró esta vía para notificarnos lo ocurrido de inmediato.
Parece que se comunicó el hecho al juzgado, se pasó la noticia a los medios de comunicación, se le hizo una primera autopsia, y se quedó el cadáver en un depósito judicializado.
Cuando llegamos a Soria a media tarde del domingo no sabíamos a dónde debíamos dirigirnos, ya que nadie nos había contactado directamente. Parece que no había ninguna prisa porque la familia estuviera al tanto de lo ocurrido. Fuimos a la Comisaría y nos dijeron que apenas nos podían informar, ya que el proceso estaba judicializado. Y que deberíamos ir al Juzgado nº 4, al día siguiente.
Así lo hicimos, a las 9 horas de la mañana del lunes 5. Se nos dijo que apenas podían informar ya que no estaban los resultados provisionales de la autopsia, ni el atestado policial…
No dábamos crédito a lo que ocurría. Buscábamos información, buscábamos a nuestro familiar y teníamos la sensación de estar molestando con nuestras preguntas y con nuestra búsqueda como si no fuese un derecho que debíamos y podíamos ejercer.
Con todo ese peso emocional, y con escasísima información, gestionamos los trámites de tanatorio, velatorio, funeral, e inhumación del cadáver, que ya debería haberse producido ese mismo día, dado que a las 21 horas se cumplían 48 horas del deceso.
Cuando por fin pudimos tener el cadáver de nuestro familiar en el tanatorio, habían pasado 44 horas desde su muerte…
Al final de la mañana del lunes 4, en el juzgado nos facilitaron los resultados “provisionales” de la autopsia, por “deferencia” aunque dijeron que no lo suelen hacer. Nuestro asombro sigue creciendo cuando leemos lo que se dice, que el motivo del fallecimiento es “por muerte natural” y nos preguntamos:
3.-Si los resultados son provisionales, como no puede ser de otra manera hasta que lleguen los análisis toxicológicos definitivos, y todo el caso está en proceso de investigación, ¿Cómo puede deducirse y afirmarse que la muerte ha sido natural?
4.-En ningún medio de comunicación se ha explicado algún aspecto positivo de la vida del fallecido. Parece que este aspecto no es motivo de interés, y lo único que queda reiterado una y otra vez, es que bajo los efectos del alcohol se ponía violento. Cosa que es verdad, y que desde estas líneas pedimos disculpas a todas las personas que se hayan visto afectadas por las ofensas o molestias que haya podido causar nuestro familiar en sus episodios de descarrío.
Pero también es verdad que nuestro familiar ha formado parte del equipo de Cáritas Diocesanas en los dos últimos años, y donde era respetado, valorado y querido. Con humanidad y comprensión. Y que desde estas líneas queremos agradecer a esta Institución, su director, equipo, compañeros y compañeras sus demostraciones de afecto y solidaridad. Y en especial, el funeral oficiado, tan verdadero y emocionante que se le hizo, reconociendo sus cualidades humanas por encima de sus errores, y sin juzgarlo. Gracias a ellos, la memoria póstuma de nuestro familiar adquiere dignidad. Y para nosotros, sus familiares, que nunca hemos estado al margen de sus avatares vitales, y después de lo vivido estos días, ha sido una gran confortación y ha revivido la certeza de que la vida merece la pena si las personas son respetadas, aceptadas, socorridas, y si es posible, reconducidas hacia una vida más plena, justa y serena. Y nuestro familiar estaba en ese proceso gracias a Cáritas Diocesanas de Soria.
Por todo lo dicho anteriormente pedimos total transparencia en el proceso de investigación, y que se informe puntualmente a la familia y a la ciudadanía de Soria de todos los hechos y de la marcha del procedimiento, y conclusiones de la investigación, para poder poner luz sobre un hecho tan desdichado que a todos y todas nos ha conmocionado.
Irati González, sobrina de A.G.L y en nombre de los tres hermanos mayores del hombre fallecido en la Comisaria de Policía de Soria