Exposición de la obra de Pedro Berruguete

La sala de exposiciones del Servicio Territorial de Cultura y Turismo de Soria (C/ Campo, 5) acoge hasta el 11 de septiembre la muestra titulada ‘Don Pedro Berruguete y su época’.

La entrada es gratuita y el público puede visitarla de 9.00 a 14.00 horas.

La exposición forma parte del programa itinerante ‘Exposiciones Alacarta’ que promueve la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, en colaboración con diferentes instituciones de la región para recuperar y difundir el patrimonio fotográfico castellano y leonés, promocionar el arte visual, apoyar a los centros expositivos e incentivar el desarrollo de las zonas rurales.

Para destacar las virtudes de las pinturas Berruguete, la exposición cuenta con 25 paneles de un módulo, que recogen las obras pictóricas más relevantes del artista, y 10 paneles dobles de ocho módulos cada uno, donde se recogen los aspectos de carácter histórico, social y cultural de la época en la que vivió el protagonista.

Los paneles reproducen obras como ‘Aristóteles’, en la actualidad en el Museo del Louvre (París), ‘Muerte de San Pedro Mártir’, en el Museo del Prado; o ‘Misa de San Gregorio’, que se conserva en la catedral de Segovia. Cada panel cuenta con una ficha que sirve para identificar el título de la obra, tamaño, ubicación actual y datos que aportan al visitante el conocimiento sobre el sentido de la pintura y su conjunto.

Se permite recrear una época artística muy importante de nuestra historia, de la mano de uno de nuestros más importantes pintores. Se puede apreciar la originalidad de su estilo, en el que se funden elementos procedentes de Flandes, Italia y la propia Castilla.

Cabe recordar que Pedro Berruguete es considerado el pintor castellano de mayor relieve durante el reinado de Isabel la Católica y supone un ejemplo de la transición entre el Gótico y el Renacimiento.

La obra del pintor de Paredes de Nava se convirtió en uno de los primeros y principales ejemplos del cambio que se produjo a comienzos del siglo XVI en un país en el que los medievalismos deudores del Gótico previo daban paso a nuevos modelos culturales.

En su arte destaca la influencia del Renacimiento italiano (se le supone una estancia desde joven en Italia antes de regresar a Castilla), en el hecho de querer enmarcar las figuras y las acciones en el espacio mediante el uso de la luz y la perspectiva.

Pese a sus dotes adquiridas en el extranjero de pintores internacionales, supo adaptarse a las peticiones de un público castellano más conservador y centró su trabajo en la pintura religiosa, especialmente en los retablos.