Vividas imágenes captadas por niños para reflejar realidad de refugiados sirios
Una veintena de fotografías tomadas por niños, niñas y jóvenes de Líbano, Siria y Palestina compone la exposición Hayati-MyLife, organizada por Cives Mundi, que puede verse desde este lunes en El Hueco, en la calle Eduardo Saavedra, 38.
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La muestra complementa un proyecto de cooperación al desarrollo financiado por el Ayuntamiento de Soria. A la inauguración de la exposición asistió la concejala de Juventud, Inés Andrés.
Las fotografías documentan cómo cambia una ciudad de Líbano, Bar Elias, con la llegada de miles de personas refugiadas de la guerra de Siria. La localidad ha visto como, en los últimos años, su población ha pasado de apenas 50.000 habitantes a 125.000 por la llegada masiva de personas desplazadas del conflicto armado en el país vecino.
“Las vívidas imágenes que pueden verse en la exposición ofrecen una perspectiva única e inédita de una comunidad remodelada por la sombra de la guerra”, ha comentado Ana Gómez, responsable de proyectos de Cives Mundi, quien se muestra “emocionada por el hecho de que las historias de estos chicos y chicas puedan contarse de esta manera tan gráfica y expresiva. Creo que hemos dado a la juventud libanesa las herramientas necesarias para hacer vislumbrar al mundo cómo es su lucha diaria para encontrar algo de alegría en una situación social inestable
El proyecto del Ayuntamiento
El proyecto financiado por el Ayuntamiento de Soria e implementado por Cives Mundi ha mejorado el acceso a una educación de calidad por parte de la infancia refugiada siria en los asentamientos de refugiados sirios de Ale-Askar y Al–Farah en la Municipalidad de Bar Elías (Zahle, Líbano).
No sólo se ha facilitado el acceso a los servicios educativos, sino que también se ha formado al profesorado para hacer frente a las necesidades pedagógicas especiales de la infancia refugiada siria, a las que se ha dado respuesta, haciendo especial énfasis en la aplicación y difusión de métodos pedagógicos innovadores y en la especial relación entre la salud pública y el rendimiento escolar.
El objetivo del proyecto ha sido el de garantizar el ejercicio del derecho a una vida digna y al desarrollo de la infancia refugiada siria en el Líbano, asegurando el acceso a una educación de calidad en los asentamientos informales de Bar Elías incrementando el acceso de la población refugiada siria (edades comprendidas entre los 6 y los 12 años) afectada por la crisis siria a un sistema educativo de calidad en entornos seguros y protectores.
Con el objetivo de mitigar las tensiones entre la infancia libanesa de acogida, y la infancia refugiada siria, y como parte del derecho a una infancia y educación de estos niños y niñas, el proyecto se ha complementado con la iniciativa Hayati-MyLife, que a través de la fotografía digital ha permitido a estos niños y niñas y jóvenes romper la rutina en la que viven y utilizar el arte visual y las nuevas tecnologías para liberar tensiones como terapia psicosocial para una mejor interacción social.
El resultado de todo ello es el que puede verse en las espléndidas imágenes de la muestra.
Líbano y la crisis de las personas refugiadas
El Líbano es uno de los países vecinos a Siria más afectados por la grave crisis que sufrió en el 2011 y posterior guerra. La ya elevada desigualdad entre su población, se ha visto gravemente afectada por la llegada de casi dos millones de refugiados/as sirios.
ACNUR contabiliza en 1,7 millones los refugiados/as sirios en el Líbano suponiendo más del 25% de su población total y convirtiéndose en el país con más refugiados per cápita del mundo.
La población refugiada en el Líbano, carece de todo tipo de derechos y vive una crisis humanitaria en un país que cada vez ve más mermada su capacidad de acogerles con el insuficiente apoyo de la comunidad internacional.
Las infraestructuras están saturadas y los sistemas de acceso a servicios básicos como agua, alimentos, seguridad, sanidad, educación, están desbordados, y la fuerte presión demográfica está afectando a la población libanesa y está comenzando a pasar factura al frágil equilibrio social y político del país; las comunidades libanesas de acogida están siendo testigos de las consecuencias socioeconómicas y de seguridad que afectan a su vida cotidiana dando paso a signos claros de conflictos entre las comunidades libanesas de acogida y la población refugiada siria.
De los 1,7 millones de personas refugiadas sirias registradas por ACNUR (No todas las personas refugiadas sirias están registradas o son beneficiarias de la ayuda de la ACNUR, pero la gran mayoría sí se registran en los municipios locales y epicentros de la distribución de la ayuda internacional y regional), el 53 % son niños y niñas en edades hasta los 18 años.
Este desplazamiento prolongado está afectando seriamente su bienestar psicosocial, su educación, su desarrollo y su salud, que se están viendo seriamente y en ocasiones irreversiblemente afectados. Este colectivo suele presentar estados traumáticos por las experiencias vividas (aislamiento, ansiedad, miedo, negación, ira, iinsomnio, tristeza, dolor, shock, pesadillas, hiperactividad, inquietud y regresión) y por carecer de la sensación de protección, seguridad y el hogar que necesitan.
Más de la mitad de los cerca de 983.000 niños y niñas sirias en edad escolar registrados en Líbano no acuden a la escuela debido a los recursos limitados y a las políticas del Gobierno libanés según los datos del último informe de Human Rights Watch.
El número de niños y niñas que necesitan apoyo está aumentando, mientras que las familias (que también se han visto afectadas por el conflicto sirio) tienen dificultades para mantener a sus hijos/as y buscar el apoyo que ellos mismos también necesitan.
Dotar de un ambiente seguro y fortalecer el entorno que protege a los niños contra todo tipo de abusos, son clave para garantizar el ejercicio de su derecho a la supervivencia, al crecimiento y al desarrollo, lo que incluye la oportunidad de poder jugar e ir a la escuela.
