Un cementerio jardín para descansar
Jesús San Miguel, Premio Nacional de Investigación de la FCCR
A la cabeza, en la reserva de lotería
Soria podría contar, a la vuelta de un año, con un cementerio jardín al otro lado del Duero. La empresa GEINASA ha iniciado el procedimiento administrativo en el Ayuntamiento capitalino para aliviar a la ciudad de un problema que lleva arrastrando desde hace años: la falta de una alternativa para el cementerio de El Espino.
El Ayuntamiento, por ley, está obligado a ejercer las competencias de los servicios públicos esenciales mortuorios, en especial el de facilitar suelo en los cementerios. En el del Espino, con la ampliación recogida en el PGOU de 2006, hay para un horizonte de veinte años, según el concejal de Urbanismo, Luis Rey, quien quiere lanzar un mensaje de tranquilidad a la sociedad. Si se ejecuta el proyecto de cementerio privado, y tiene éxito entre los ciudadanos, podría ampliar la vida del público, al ralentizar la demanda, reconoce.
La preocupación por una alternativa al actual cementerio público no es de ahora. Hace dos legislaturas, el entonces concejal Luis Pascual fue el que más insistió en la necesidad de buscar terreno para ubicar otro cementerio público en Soria. En la pasada legislatura, también se pensó en otra ubicación -se puso sobre el tapete los terrenos situados al lado del futuro tanatorio público, en el hospital Virgen del Mirón-, pero finalmente tan sólo se incluyó una ampliación del Espino en el PGOU.
exigencias
Redondo, que considera que el proyecto de cementerio privado viene a enriquecer las necesidades de Soria, apunta que la nueva política mortuoria tiene exigencias importantes, entre ellas que los cementerios se ubiquen a cien metros de suelo urbanizable.
Hasta la fecha, el Ayuntamiento ha tramitado el expediente de uso excepcional en suelo rústico. Ahora se encuentra a exposición pública. Una vez cerrado este proceso, la corporación esperará, según Rey, para ver cómo se manifiestan los sorianos y plantear la licencia ambiental, que también deberá superar el trámite de la Junta. El delegado territorial, Carlos de la Casa, asegura que cuando se complete la documentación, se revisará el expediente para su resolución en la comisión territorial de Impacto Ambiental.
El cementerio privado ha tenido que cambiar su ubicación inicial, al afectar a la zona declarada BIC de las márgenes del Duero. Ahora está más al fondo del monte de las Ánimas, entre encinas, pinos y enebros, que serán respetados en su totalidad.
El nuevo cementerio, en terreno rústico común, cuenta con el respaldo de un informe municipal técnico-jurídico que asegura que es un suelo apto geológicamente y procede concederle el premiso y la calificación de interés público. Ahora sólo falta culminar la tramitación administrativa.
Entre árboles y flores
EL cementerio privado El Jardín de Bécquer sigue el modelo del de Copenhague, reconocido como patrimonio cultural de la Humanidad y convertido en un atractivo más de la ciudad escandinava. En España, hay ya cementerios de este estilo como en Miralles (Cataluña), Tres Cantos y Alcalá de Henarés (Madrid) y Valencia. El requisito fundamental es respetar la masa boscosa y arbustiva existente en el monte Peñaranda. No se realizarán podas.
LA única obra que adornará el cementerio es la entrada, que tendrá un aspecto neoclásico. El único edificio en su interior será la capilla multiusos y multiconfensional. Servirá para celebrar oficios fúnebres y también para conciertos de música de cámara y otros actos. El edificio irá forrado con espejos, para integrarse mejor en el paisaje.
Hay un principio de acuerdo con el Obispado de Osma-Soria para que la empresa promotora les ceda la capilla, siempre y cuando se tenga disponible para todas las confesiones.