La vida de la poeta olvidada Concha de Marco
En el centro cultural Gaya Nuño se puede adentrar en la vida de la profesora soriana Concha de Marco, en una exposición comisariada por José María Martínez Laseca.
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En la muestra se reflejan las etapas por las que paso Concha de Marcho y la importancia que tuvo en su época.
La exposición se divide en tres elementos principales: el cartel anunciador con el lema y una imagen de la poeta, la exhibición de cuadros, y un catálogo con la biografía de Concha de Marco.
La muestra repasa la evolución de la poeta desde su infancia, hasta ser licenciada en la Universidad, pasando por ser profesora, feminista, republicana.
La exposición está abierta hast el 5 de mayo, en horario de 9 a 14 horas, en el centro cultural Gaya Nuño.
María de la Concepción Juliana Gutiérrez de Marco (Soria, 23 de mayo de 1916, Madrid, 19 de octubre de 1989), que firmaba como Concha de Marco, fue una ensayista, narradora, traductora y poeta española.
La obra poética de De Marco fue valorada por sus contemporáneos, sin embargo, en una carta enviada a "La Estafeta Literaria", en 1977, ella se quejaba de que las mujeres habían quedado excluidas de la historia de la literatura ya que "no tienen generación".
Para su biógrafo, José María Martínez Laseca, sus libros tienen una meditada estructura, y se advierte en ellos una clara evolución y experimentación en su afán poético.
En sus poemarios inéditos, como Cantos del compañero muerto, nos encontramos como una especie de collage, en el que entra todo: lírica, épica, política… Se inspira en los clásicos españoles y en poetas extranjeros, de lo que resulta una poesía original. La poesía significa para ella un compromiso absoluto con las condiciones de vida humana en todas sus manifestaciones. Su poesía está muy arraigada de igual modo en la tierra, en lo castellano
Figuras relevantes de la crítica y la literatura en la segunda mitad del siglo XX, se fijaron en su poesía. Y así por ejemplo tenemos la opinión de Buero Vallejo en una carta personal: "Mil gracias por tu “Diario de la Mañana”. En serio, en serio, me ha gustado mucho. Mejor: me ha atrapado, pues gustar es una palabra dulce, y tu poesía no es dulce, aunque sea tierna y suave cuando tú quieres y amarga cuando debe serlo. Pura ternura o tierna dureza…".