La nueva cárcel, diez años y un día de retrasos
La nueva cárcel de Soria sigue pendiente de su entrada en servicio. La plataforma Soria ¡Ya! ha escenificado este fin de semana su apertura, pero la real se hará esperar hasta este verano. El expediente, uno más en Soria, no puede decir, a pesar de los compromisos, que haya estado marcado por las prisas.
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Fue en 2005 cuando se incluyó la construcción de un nuevo centro penitenciario de Soria en el Plan Específico para Soria (PAES), aprobado en Consejo de Ministros presidido por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Pero el proyecto, como otros del plan llamado a impulsar el desarrollo económico y social de la provincia, se ha ido retrasando en el tiempo, aunque el compromiso era abrirlo en 2012.
Tras diez años en fase de construcción, la nueva cárcel de Soria sigue hoy a la espera de inauguración oficial, a pesar de haberse anunciado su apertura en varias ocasiones.
Hace unos días, la Subdelegación del Gobierno anunció que el nuevo centro penitenciario será inaugurado en los próximos meses.
Desde la plataforma ciudadana han calificado este nuevo anuncio como un gesto de cara a la galería que no implica actividad ni la llegada de los puestos de trabajo prometidos.
Personal insuficiente
El antiguo centro penitenciario cuenta con unos 140 reclusos y –según reconoció el mes pasado el Subdelegado del Gobierno (Miguel Latorre) – “es una prisión obsoleta” que “no reúne las mínimas condiciones necesarias para prestar un servicio adecuado”.
Según consideran desde el sindicato CSIF, son necesarios entre 80 y 100 trabajadores más para abrir la nueva cárcel de Soria.
En estos momentos, la Relación de Puestos de Trabajo (RPT) de la actual plantilla está en 140 trabajadores, mientras que cuenta en estos momentos con 110 trabajadores y 11 en prácticas, por lo que hay un déficit de 30 empleados.
Por tanto, la nueva cárcel no contaría con personal suficiente para iniciar su actividad en los cuatro primeros módulos.
Una apertura que nunca llega
Los anuncios de la apertura de la nueva prisión han sido varios en los últimos años.
En septiembre de 2018, la entonces delegada del Gobierno en Castilla y León, la soriana Virginia Barcones, anunció la apertura para finales de 2019.
Según Barcones, el nuevo centro penitenciario de Soria abriría ese año, pero sólo con cuatro de los ocho módulos construidos, esgrimiendo razones de seguridad y operatividad, y se seguiría un proceso similar al que se hiciera en su día con la cárcel de Málaga II.
En mayo de 2019, el ministro de Interior en funciones, Grande-Marlaska, ratificó esta fecha, finales de ese mismo año, como momento de apertura. Unas declaraciones que realizó en un acto de campaña electoral del PSOE celebrado en Soria.
Hace más de una década, el PSOE aseguró que el nuevo centro penitenciario generaría para la capital soriana, 800 puestos de trabajo en la fase constructiva, 517 puestos de trabajo directos, y en el entorno de los 700 puestos de trabajo entre indirectos e inducidos.
Además cifró en 30 millones de euros anuales los beneficios económicos para la ciudad, sólo en ingresos salariales para el personal directo que prestara sus servicios.
La Sociedad Estatal de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios (Siep) adjudicó en octubre de 2009 definitivamente las obras de construcción del nuevo centro penitenciario de Soria a la empresa Acciona Infraestructuras S.A. por 72.240.160 euros, sin incluir impuestos. El proyecto contaba con un plazo de ejecución de veintidós meses.
El nuevo centro penitenciario responde al tipo medio -720 celdas- y se ha ubicado en el paraje de La Laguna, junto a la zona natural de esparcimiento de Valonsadero, a apenas cuatro kilómetros de Soria-capital.
La ubicación del nuevo centro penitenciario en el paraje de La Laguna, junto a la zona natural de esparcimiento de Valonsadero, generaron polémica política y social en los dos últimos años en Soria, con varios colectivos que han rechazado el enclave elegido, por el impacto medio ambiental y el estrangulamiento de la zona de expansión de la ciudad.
