La historia del "Pernales", en recital flamenco en Soria
Al cante Elena de Carmen y, en la guitarra, Pedro Vázquez
Un emprendedor norteamericano en la meseta soriana
Exposición sobre el mundo agrario en el Archivo Histórico Provincial
El Casino de la Amistad de Soria acoge mañana miércoles la presentación de la "Cantata del Pernales" en concierto acústico, un recital flamenco de raíz que se presentó por primera vez en el prólogo del Cante de las Minas, de Murcia, en 2000.
El recital, que se reestreno con un nuevo elenco en 2014 en el Museo de Baile Flamenco "Cristina Hoyos" de Sevilla, con una nueva versión a cargo del Aula de Dramaturgia del flamencólogo onubense "Jesús Domínguez", comenzará a las nueve de la noche.
El autor Alonso Palacios Rozalen, escritor y pedagogo, recoge por transmisión oral la historial del Pernales, considerado el "Robin Hood" andaluz de principios del siglo XX.
Al cante Elena de Carmen, cantaora andaluza, que domina "todos los palos" ofreciendo en este montaje un mosaico de cantes que solos los "grandes" del flamenco son capaces de defender un un solo concierto, desde la bulería inicial al martinete final, va desgranando la vida y muerte de este bandolero de leyenda, que mantuvo en jaque a más de dos mil civiles, mandados por el ministro De la Cierva, en el periodo de la Restauración, quienes finalmente le abatieron junto al "Niño del Arahal" en la sierra de Alcaraz, cuando intentaban llegar a Valencia, donde le esperaba su amante "Concha la del Pernales".
Versión musical
En la guitarra Pedro Vázquez, quien ha dirigido la versión musical, acercando algunos cantes iniciales a los cantes de la Baja Andalucía y tratando con rigor la elección de los mismos, para que la curva dramática que presenta el texto, quede reflejada en el lenguaje flamenco.
Y finalmente, en la narración el actor Poika Matute, quien ha dirigido dramaturgía y puesta en escena de este espectáculo que se aleja de los recitales al uso al contar con un personaje real, determinado por su condición social y y económica, que va de la miseria a la muerte, admirado por el pueblo llano quien agranda su figura y lo considera "un juez implacable, tosco e impertinente, soberbio y vengados de injustias añelas y negras como el hambre".
