La feria ganadera de Soria, de la nostalgia al presente
Espera 5.000 visitantes en cada jornada
Música antigua en el concierto matinal del aula magna Tirso de Molina
Mucha música y más actividades para el fin de semana
La Feria Ganadera de Soria ha abierto hoy su séptima edición en la plaza de toros, con la condición de convocatoria consolidada y con más de cuarenta expositores de ganado, principalmente vacuno, procedente en su mayoría de El País Vasco y Navarra.
Los visitantes pueden ver además una representación de todas las razas del ganado ovino en la provincia. "Lo que intentamos es que la gente aprenda; todas tienen lana, pero son distintas", ha subrayado el presidente de la Agrupación Ganadera de Soria (AGS), Gustavo Gonzalo, en la inauguración, donde ha estado acompañado de concejales del Ayuntamiento de Soria y diputados provinciales.
Gonzalo ha reiterado que la poca viabilidad de las explotaciones ganaderas hace que no exista apenas ganaderos jóvenes. "Detrás de un padre siempre hay un hijo, pero a los nuestros les cuesta porque ya ven lo que sufre su padre", ha apuntado.
Además ha apuntado que la feria, por la que pasarán en cada día este fin de semana alrededor de cinco mil personas, espera ir a más, aunque hay muchas limitaciones.
En su opinión, la carne de ovino, caprino y vacuno de la provincia tienen calidad, pero Soria no puede competir con otras provincias en su comercialización por tener una cabaña muy limitada.
Gonzalo ha recordado la pujanza que tuvo la ganadería en la provincia, con la Mesta, y que traía consigo la organización de ferias en Soria, donde existían dos ferias, la de marzo y la de septiembre.
La ADS ha estimado que las ventas pueden oscilar este fin de semana en torno a 60.000 euros, entre veinte a veinticinco transacciones.
En su opjnión, la feria ganadera de Soria es la segunda en vacuno después de la de Salamanca.
La ADS destina en torno a 12.000 euros para organizar este evento, con ayudas de 4.800 euros del Ayuntamiento de Soria; donación de corderos de la raza ojalada por parte de la Diputación provincial; 1.500 euros de Copiso y la colaboración de las OPAS.
La nostalgia es lo que llevó a la ADS hace unos años a intentar recuperar una feria que se había perdido y que, muchos de los ganaderos, habían vivido de pequeños.