La cárcel se vuelve a quedar sin médico
De nuevo, la prisión de Soria se ha quedado sin médico, según han advertido los sindicatos CSIF y Acaip-UGT, que han asegurado que “son ya muchas las veces que denunciamos la falta de profesionales médicos en el centro penitenciario. Resulta insoportable”.
Exposición "Mujer de Uniforme" en Soria
El capitán Galache, destinado a Comandancia de Salamanca
Con una RPT (Relación de Puestos de Trabajo) de un Jefe de Servicios Médicos y dos médicos (una de estas plazas creada tras la ampliación de la RPT de la nueva prisión) la cárcel de Soria se encuentra sin médico.
Una situación que no es única del centro soriano, ya que, a nivel nacional, de las 467 plazas que existen de médico tan sólo están cubiertas 154, es decir, el 67% de las plazas de médico de los centros penitenciarios están sin cubrir.
De esta forma, se incumplen los art. 208 y 209 del RP que señalan que “a todos los internos, sin excepción, se les garantizará una atención médico-sanitaria equivalente a la dispensada al conjunto de la población”, y se basará en el modelo de Atención Primaria del Sistema Nacional de Salud, que se dispensará con medios propios de la administración penitenciaria o ajenos concertados con ella.
Además, se dice que se contará con un equipo sanitario de Atención Primaria que estará integrado, al menos, por un médico general, un diplomado en enfermería y un auxiliar de enfermería.
Tampoco, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias (dependiente del Ministerio del Interior dirigido por Grande-Marlaska), lamentan CSIF y Acaip-UGT, tienen interés en que se cumpla la Disposición Adicional Sexta de la Ley 16/2003, de 28 de mayo, de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud.
Señala esta norma que los servicios sanitarios dependientes de Instituciones Penitenciarias serán transferidos a las comunidades autónomas para su plena integración en los correspondientes servicios autonómicos de salud. A tal efecto, en el plazo de 18 meses, desde la entrada en vigor de esta ley y mediante el correspondiente real decreto, se debería haber procedido a la integración de los servicios sanitarios penitenciarios, conforme al sistema de traspasos establecidos por los estatutos de autonomía.
“Son ya 19 años de retraso”, han ironizado los sindicatos.
Solicitan que, de manera urgente, se cubran las plazas de médicos que están vacantes en la prisión de Soria, ya que su figura es fundamental para el correcto funcionamiento del centro, “porque en el facultativo descansa la salud de los internos (personas que padecen muchas y variadas enfermedades psiquiátricas, con dependencias de drogas…), dar el visto bueno a los ingresos y a los traslados; e incluso los cumplimientos de sanciones tienen que estar bajo el conocimiento del médico, que es quien los autoriza”.
Pero el del médico no es el único puesto pendiente de cubrir. "Faltan cocineros", han subrayado los representantes sindicales.
En concreto, desde el 23 de marzo la prisión soriana no cuenta con ningún cocinero.
El único empleado que realizaba esas funciones ha obtenido plaza en otro centro y se ha ido. Del racionado se encargan varios internos que no reúnen las cualificaciones necesarias para realizarlo, explican.
Los internos que trabajan en el taller productivo de cocina tienen que realizar los diferentes menús de la población reclusa, que demanda dietas de vegetarianos, sin sal, sin lactosa o musulmana, entre otras.
Pero esos internos no son personal cualificado para realizar esta labor, tan sólo pueden hacer labores complementarias como limpiar, ordenar los elementos de la cocina o, quizás, tareas con los alimentos como pelar, cortar, guardar o conservar. Esta situación supone un riesgo de intoxicación y mala praxis alimentaria, alertan los sindicatos.
Además, los sindicatos quieren denunciar las condiciones en las que se encuentra la carretera de acceso al centro penitenciario desde la rotonda del Barrio de Las Casas (propiedad de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias), cuyas cunetas están repletas de árboles que invaden la calzada e incluso tapan las señales de tráfico. Asimismo, forman una barrena que impide la visualización de la posible invasión de animales silvestres (corzos, ciervos, jabalíes…) que son abundantes en la zona.
Por ello, piden que, a la mayor brevedad posible, se realice la limpieza de esas cunetas, para garantizar la seguridad en los desplazamientos de los funcionarios y visitantes.