El alcalde de Soria, citado a declarar por episodio ofensivo de "papamóvil"
El alcalde de Soria y nuevo secretario autonómico del PSOE, Carlos Martínez, tendrá que declarar el próximo 5 de febrero en el Juzgado de Instrucción 4 de Soria por un posible delito contra los sentimientos religiosos, tras pasearse el último verano en Tardelcuende subido a un papamóvil repartiendo "bendiciones con una escobilla de wc".
Como recoge la citación de dicho juzgado, el alcalde podría haber incurrido en un delito contra los sentimientos religiosos, por lo que han iniciado diligencias previas y ha citado a declarar a Martínez como querellado.
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La Fundación Abogados Cristianos, que presentó la denuncia ante el juzgado, ha asegurado hoy en un comunicado que "el nuevo candidato de Pedro Sánchez a regir la Junta de Castilla y León está imputado por atacar a una gran parte de los ciudadanos, los católicos. Lo necesario no es que se deroguen delitos del código penal, sino que los políticos no sean corruptos y respeten a todos. El alcalde de Soria debería dimitir y apartarse de la política".
El alcalde de Soria se subió a una reproducción del papamóvil en las fiestas de Tardelcuende y desde el vehículo realizó el gesto de santiguar a los presentes,
Una vez conocida la decisión del Juzgado número 4 de incoar diligencias previas con motivo de la querella interpuesta por Abogados Cristianos y, a la espera de la declaración dentro de la práctica de la citada diligencia, el alcalde Carlos Martínez se ha limitado hoy a pronunciarse sobre el "necesario respeto a los procesos abiertos y los plazos de la Justicia"
Partiendo de este punto, Martínez ha considerado, a través del gabinete de prensa del Ayuntamiento de Soria, que "no podemos obviar la búsqueda de notoriedad con la denuncia" así como la intencionada confusión que se trata de generar con la información de la propia querella y con la noticia difundida por Abogados Cristianos .
El alcalde ha insistido, como hizo públicamente en todas sus intervenciones sobre esta ‘polémica’ días después de producirse, en pedir disculpas, comenzando por los vecinos y vecinas de Tardelcuende y también a la ciudadanía de Soria como su representante.
Tras los hechos, el alcalde ya admitió haber cometido una torpeza y extiende sus disculpas a todo aquel que se pudo haber sentido ofendido, incluso desde el punto de vista religioso, insistiendo que no hubo ningún tipo de intencionalidad.