Aprender trabajando
Instalador de energía solar térmica
Una docena de alumnos dan sus primeros pasos en el séptimo programa de la Escuela-Taller Duques de Soria, impulsado por el Ayuntamiento de la capital y financiado con la Junta de Castilla y León. Aprender un oficio mediante la práctica es su objetivo. La energía solar es su aliada.
Aprender un oficio, practicándolo, al tiempo que se cobra un salario, es la filosofía básica de las escuelas-taller, un programa formativo-laboral puesto en marcha en 1986 y que ha permitido, también en Soria, integrarse en el mercado laboral a un ramillete de jóvenes.
En Soria, la escuela-taller Duques de Soria acaba de iniciar su séptimo programa, enfocado a la especialidad de instaladores de sistemas de energía solar térmica, una de las alternativas de futuro para los combustibles fósiles.
Según el director de la escuela-taller, Juan Carlos Barrera, la energía solar tiene bastantes posibilidades como salida laboral, más tras la necesaria aplicación del Nuevo Código Técnico de Edificación. Llevan apenas dos meses con doce alumnos pero, por la experiencia de otros programas, creemos que los chicos están bastante motivados.
Para la concejala responsable de Juventud, Rita Isabel López Lobera, las iniciativas de las diferentes escuelas-taller en la ciudad -desde su inicio con la rehabilitación del antiguo lavadero de lanas hasta la última clausurada en diciembre con la recuperación de las antiguas escuelas de Pedrajas-, son muy valoradas por la sociedad. Por un lado, tienen el matiz educativo para chavales que se descuelgan de los estudios reglados y encuentran aquí, además de una oportunidad para seguir estudiando, una salida para luego integrarse en el mercado laboral.
Siempre, insiste López Lobera, desde el Ayuntamiento se seleccionan módulos que tengan luego una salida en el mercado laboral. Para la corporación, los programas son positivos porque siempre se actúa sobre bienes y patrimonio municipales.
El concejal Luis Miguel Bonilla, que llevó esta competencia en la anterior legislatura, considera que deben ser siempre programas educativos, no empresas de servicios, una premisa con la que López Lobera coincide. Las escuelas-taller no pretenden en ningún caso sustituir a la mano de obra reglada, apunta.
energía solar
Los doce alumnos de la escuela-taller, tras cubrir el primer semestre de formación y prácticas en el taller, se encargarán de instalar captadores térmicos de energía solar en cinco instalaciones municipales.
En principio estaba pensada su instalación en otros edificios, pero finalmente se adecuó el proyecto a edificios donde fuera rentable utilizar energía solar, recuerda la responsable municipal. Se puede llevar a un 40 ó 50 por ciento de ahorro del sistema convencional, destaca Barrera.
La antigua escuela de Pedrajas, el colegio público Doce Linajes, el parque municipal de Bomberos, el hotel de Valonsadero y la Casa del Guarda utilizarán a la vuelta de dos años las placas solares para reducir su consumo en el agua caliente sanitaria alimentada ahora por energías fósiles. Será el momento de recordar que todo fue posible gracias a la formación y trabajo de una docena de jóvenes que supieron aprovechar las clases.