Ciudadanos pide vigilar la deuda para garantizar los servicios
El concejal Jesús de Lózar entiende que el Ayuntamiento ha incrementado de forma notable la deuda en los últimos años
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Para el concejal de Ciudadanos, Jesús de Lózar, la deuda municipal se ha incrementado de forma notable en los últimos años y se sitúa en una horquilla entre los 27 a 35 millones de euros, en función de interpretaciones. Pide, en el siguiente artículo, extremar el control para garantizar los servicios a los ciudadanos
A vueltas con la deuda
Últimamente con la deuda del Ayuntamiento de Soria siempre pasa lo mismo, que no nos aclaramos y no es porque no haya luz o transparencia. Pero si no nos aclaramos los economistas, cómo se van a aclarar el resto de los mortales. Sin embargo hay algunos datos claros.
El informe de la liquidación del presupuesto del ejercicio 2015 señala que la deuda financiera (lo que se debe a los bancos y entidades de crédito) alcanza los 26.096.764 euros.
Según el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, la deuda viva es de 30.009 miles de euros.
Es decir, hay una diferencia de 3.912 miles de euros que puede deberse a que el sr. Interventor considera que “la operación de tesorería asociada como anticipo a cuenta del cobro de los impuestos (…) que no ha sido posible amortizar a 31 de diciembre (…) ya ha sido amortizada” a la fecha de emisión de su informe el 29 de febrero pasado. Este criterio es defendible desde un punto de vista técnico, aunque en sentido estricto también es plausible su inclusión en el cómputo de la deuda viva como al parecer hace el Ministerio de Hacienda.
Por otra parte, si añadimos los préstamos de Reindustrialización y el Plan Avanza por importe de 4.895.132 euros, la deuda puede alcanzar los 34.904,1 miles de euros.
Es decir, dependiendo de las interpretaciones nos estaríamos moviendo entre los 26,1 y los 34,9 millones de euros. Por eso, precisamente, es por lo que propusimos desde la oposición y se aprobó en pleno por toda la corporación, que de una vez conozcamos cuál es el importe exacto de la deuda para saber a qué atenernos y qué mejor que un agente externo al consistorio como es el Ministerio de Hacienda sea el encargado de dilucidar este asunto.
En este tema de lo que estamos hablando no es de la deuda en general, sino de la deuda que se computa a efectos de que podamos concertar operaciones de endeudamiento a largo plazo y si éstas necesitan o no autorización del Ministerio.
Si la deuda viva computable no supera el 75% de los ingresos corrientes no hace falta ningún tipo de autorización, somos libres (este es el criterio sostenido por el sr. Interventor y el actual equipo de gobierno: una deuda de 26.096.764 sobre unos ingresos corrientes de 35.142.788 representa el 74,26%). Si superamos el 75% tenemos esa cortapisa y necesitamos autorización. Si nos situáramos más allá del 110% no podríamos endeudarnos más a largo plazo. El Ministerio determinará la deuda viva computable a estos efectos y así saldremos todos de dudas.
¿Es mucha o es poca la deuda? Si nos atenemos a los datos publicados por el Ministerio y partiendo de la base de que la serie sea homogénea y no se hayan producido cambios de criterio, extremo que desconocemos, en los ocho últimos años la deuda ha crecido el 103 por ciento, es decir, se ha multiplicado por más de dos, pasando de los 14.765 miles de euros en 2008 a los 30.009 ya señalados en 2015.
Crecimiento
El crecimiento es muy importante si la serie es homogénea.
En resumen: la deuda ha crecido y es de una magnitud muy notable.
Es razonable pensar que como consecuencia de la deuda contraída pueda verse afectada en un futuro la prestación de servicios a los ciudadanos si no somos muy cuidadosos y extremamos el control.
Para ello es necesario tener en cuenta factores fundamentales como la capacidad de reembolso de la deuda, es decir, nuestra capacidad de generación de recursos propios o, lo que es lo mismo, la diferencia entre los gastos y los ingresos, sin necesidad de subir necesariamente los impuestos, que muchas veces responden a una política extractiva y no equitativa e inclusiva; la necesidad de no hipotecar el futuro de las generaciones venideras; la exigencia de proveer de servicios que aumenten la calidad de vida de los ciudadanos en el marco de las competencias que les son propias a los ayuntamientos, evitando todo tipo de duplicidades, costosas e ineficientes, con una mapa competencial claro entre Administraciones, que evite el clientelismo político tan al uso; y, por último, y como eje vertebrador de toda la acción política garantizar la sostenibilidad del sistema en su conjunto y pensar siempre en primer lugar y en último lugar en las personas.
Jesús de Lózar, concejal electo de Ciudadanos (C´s) en el Ayuntamiento de Soria.