Quinta concentración en San Esteban de Gormaz contra la planta de biometano proyectada
La Asociación vecinal afectados por agresiones medioambientales ha celebrado este fin de semana la quinta concentración en contra de la planta de biometano que se proyecta en San Esteban de Gormaz.
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Vecinos de la localidad sanestebeña han acudido a la nueva convocatoria para reflejar la oposición a este proyecto, por entender que es perjudicial para la localidad y su entorno.
El biometano es un gas natural renovable que está compuesto, en su mayor parte, de metano (90% o más del total).
Se obtiene a partir de biomasa (compuesta por desechos vegetales o animales) y se produce de manera que su eficiencia y capacidad energética son similares a la del gas natural fósil y no renovable.
La producción del biometano pasa por un paso previo, que es la obtención de biogás.
Éste se genera por la digestión anaerobia de los desechos, o bien a partir del lavado del gas de síntesis generado en la gasificación de la biomasa, siendo 100 por ciento renovable.
Es un gas que se genera cuando los residuos orgánicos (de ahí el prefijo “bio”) fermentan en condiciones anaeróbicas (sin oxígeno) ya que proliferan bacterias que son capaces de descomponer (digerir) la materia orgánica (también llamada “sustratos”). Este proceso se realiza en los llamados biodigestores, cubiertos con una cúpula.
La materia orgánica procede normalmente de residuos ganaderos, agrícolas, restos de mataderos y cadáveres, fracción orgánica de la basura urbana y lodos de depuradoras y aguas residuales.
El biogás generado está compuesto por metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2), junto con pequeñas cantidades de otros gases como nitrógeno, oxígeno, sulfuro de hidrógeno y vapor de agua.
En principio la tecnología del biogás-biometano puede tener sentido para conseguir una “economía circular” verdadera (casos de plantas que aprovechan lodos de depuradoras o la fracción orgánica de la basura para producir biogás para autoconsumo local), pero muchas de las plantas ya en funcionamiento en España están recibiendo una fuerte oposición por parte de los vecinos de las localidades cercanas.
El problema no consiste en la tecnología de biogás-biometano sino en el modelo de planta que se está imponiendo en la actualidad y la forma en la que es gestionada.
Así, la mayoría los proyectos son promovidos por grandes empresas energéticas y fondos de inversión, al calor de las subvenciones y de los fondos europeos. Estos proyectos nacen con un gran componente especulativo, nulo arraigo territorial y donde prima la rentabilidad económica por encima de todo, a través del ahorro de costes lo cual, con frecuencia, se traduce en mala praxis con respecto a la aplicación de los residuos resultantes.
Las plantas que se están proyectando en España son enormes, porque así son más rentables para los promotores. Requieren un aporte constante y muy elevado de residuos para su procesamiento, por lo que los residuos cercanos no son suficientes y los traen de mucho más lejos.
explotaciones agrícolas y ganaderas cercanas y que producen biogás para esas mismas instalaciones agroganaderas.