Pablo Jiménez, el ganador del Leonor, llegó a la poesía a través de la música
Amparo Santana, premio Gerardo Diego para autores noveles
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El ganador de la XXXIII edición del premio Leonor de poesía, Pablo Jiménez, con su obra "Círculos", ha reconocido hoy que llegó a la poesía de la mano de la música, gracias a sus estudios de solfeo, que le han influido a la hora de componer poemas.
La Diputación ha entregado a Jiménez hoy en Ólvega su galardón, dotado con 10.000 euros, en un acto organizado en el centro cultural de Ólvega, donde también se ha concedido el Gerardo Diego para autores noveles a Ámparo Santana (Valencia, 1952), por su obra "Linea helicoidal".
El ganador ha explicado que "Círculos" es un poemario de contenido crepuscular, dividido en cinco segmentos, con contenido centrado en el amor y la muerte, en la vida y la alegría y la tristeza de vivir.
"Estudie piano y solfeo y de algún modo los conocimientos musicales tuvieron mucha importancia. Muchos de mis poemas tienen una relación con la música de cámara, por la subdivisión estrófica de los poemas como los movimientos de una obra musical", ha explicado Jiménez en la rueda de prensa anterior a la entrega del XXXIII premio Leonor de Poesía.
El libro profundiza en la pérdida de los ideales, en los desvanecimientos que aporta el tiempo que pasa, por lo que es muy existencial.
Jiménez, natural de Navalmoral de la Mata, aunque residente en Madrid desde 1962, tiene estudios superiores de Humanidades y posee otros premios de poesía como el Ciudad Badajoz, Toledo, Irún y Castellón y ha publicado ocho obras.
El jurado, formado por Tacha Romero, José Jurado Morales y Miguel Ángel Villena, reconoció el trabajo "Círculos", de Jiménez, por su capacidad para captar lo poético en lo cotidiano, así como en el sentido de diálogo que invita al lector a formar parte de su universo creativo.
Doscientas setenta y nueve obras, procedentes de dieciséis países, se recibieron en esta última edición de los premios de poesía que la Diputación provincial puso en marcha en los primeros años de la década de los ochenta
Premio Gerardo Diego
Por su parte, Ámparo Santana ha agradecido a la Diputación que, en tiempos de recortes, haya mantenido los premios con su dotación.
Además ha subrayado que un poeta tiene que buscar imágenes nuevas, en un poemario que tiene como punto de partida un paisaje y que está atravesado todo él por un eje transversal.
El jurado reconoció a su obra ganadora como "un poemario orgánico y unitario lleno de misterio y de belleza con sentido crítico e irónico y gran variedad de registros, desde lo intimista a lo cotidiano".