Los agredeños veneran a las "Santas Espinas"
Los agredeños han venerado en la tarde del Martes Santo, en la basílica de Nuestra Señora de los Milagros, a las Santas Espinas, que la tradición apunta que formaron parte de la corona que llevó Jesucristo durante el martirio que sufrió en la Pasión.
El observatorio astronómico reabre sus puertas
Podemos de Ólvega insiste en Participación Ciudadana
https://www.facebook.com/ElMironDeSoria/videos/672545144075795
El secretario de la Cofradía de la Vera Cruz, de Ágreda, José Antonio Ruiz, ha explicado que llevan unos años intentando potenciar este acto, que aúna solemnidad y sencillez en el inicio de la celebración de la Semana Santa en Ágreda, cuyo Viernes Santo y la procesión conocida como la de los Felipecuartos, por la indumentaria que lucen los cofrades, está reconocida como fiesta de interés turístico regional.
Un centenar de agredeños han perpetuado este Martes Santo la tradición un año saludando con un gesto ea relicario -en lugar del tradicional beso que se realizaba antes de la pandemia-, tras la celebración de la eucaristía, y expresando la devoción que sienten por estas reliquias.
Desde el año de 1580 se tiene constancia de que se tocaban ya las campanas de la iglesia de Nuestra Señora de la Peña para ir a su devoción, una tradición que ha llegado hasta nuestros días.
La Cofradía de la Vera Cruz, que organiza todos los actos semanasanteros de Agreda desde el siglo XVI, ha confirmado en sus investigaciones que fue San Luis de Francia quien compró al último emperador de Constantinopla, Balduino II, las citadas espinas y varias de ellas se hallan en distintos lugares de España.
En España hay registradas alrededor de 60 espinas de la corona de Cristo, de las que en Castilla y León se encuentran reliquias en los municipios vallisoletanos de Barcial de la Loma, la Santa Espina y Villagarcía de Campos, así como en la capital leonesa y en las localidades sorianas de Ágreda y Burgo de Osma.
San Luis era sobrino de Leonor de Castilla, que se casó en Ágreda en 1121 con el rey de la Corona de Aragón, Jaime I, en la Iglesia de Nuestra Señora de la Peña.
Por ello se cree que la reina regaló a la Iglesia de la Peña, hoy convertida en museo de arte sacro, las Santas Espinas.
Luís IX, rey de Francia, cubrió inmediatamente los créditos del emperador de Bizancio, adquiriendo las reliquias con el objetivo de llevarlas a su país. Ya en su Francia natal, mandó edificar en Paris, para cobijo del santo vestigio (la corona de espinas), la Sainte Chapelle, obra maestra de la arquitectura gótica.
A partir de este momento y de ser cierta esa tradición, esas espinas de la corona comenzaron a repartirse para advocación en distintos lugares.
Actualmente las Santas Espinas se encuentran guardadas en Ágreda un relicario de dos cuerpos, de tal forma que en el superior están las espinas y en el inferior las reliquias de la consagración de la iglesia.
La Hermandad de la Vera Cruz explica que las primeras noticias que hay sobre las mismas son del año 1590, siendo obispo de Tarazona, diócesis a la cual pertenecía entonces la villa de las tres culturas, Pedro Cerbuna.
Este prelado hizo varias investigaciones sobre el origen y la veracidad de las espinas y terminadas las mismas de manera positiva, comenzó su culto.
“Al principio estaban dentro de una cruz de bronce que tenía un cristal delante. En 1717 se mandó hacer un relicario de plata con las espinas y reliquias de la Consagración de la iglesia”, ha señalado Ruiz.
Pero fue siglos después, en el año 2001, en el congreso internacional celebrado en Ariano Irpino, en el sur de Italia, cuando el profesor Avinoam Danuim, botánico de la Universidad de Jerusalén, presentó un estudio sobre las Espinas de Ágreda en el que confirmaba que las espinas son de una madera de acacia común en Palestina hace unos dos mil años.
En tiempos fueron tres las espinas las existentes en Ágreda, si bien en 1895, el obispo de Tarazona, Juan Soldevilla quiso llevar a la cabeza de la diócesis una de ellas y así lo hizo. Ágreda perteneció a esta administración pastoral hasta mediados del pasado siglo.
Cofradía de la Vera Cruz
La Semana Santa de la villa de Ágreda sigue conservando el sabor del siglo XVI, centuria en que fue fundada la Cofradía de la Vera Cruz en la iglesia de Nuestra Señora de Magaña (en fecha 7 de abril de 1556) y que ha mantenido su actividad hasta nuestros días.
La cofradía de la Vera Cruz tiene actualmente apenas 70 cofrades y está urgida de un relevo generacional que permita garantizar su función durante la Semana Santa y el resto del año.
Con sus trece pasos escultóricos, algunos de los cuales datan de los siglos XVI y XVII, la Vera Cruz es la segunda cofradía más antigua de la provincia (la primera es la de San Esteban de Gormaz, que también lleva el mismo nombre).
Desde la fundación de la cofradía, en la procesión del Santo Entierro del Viernes Santo, desfilan los "Felipecuartos", así llamados por corresponder su vestimenta a la moda imperante en la España del rey Felipe IV.
Este monarca tuvo durante años una especial vinculación con Ágreda pues aquí residía Sor María de Jesús, monja concepcionista que actuó como consejera real durante largo tiempo y que fue hermana de la Vera Cruz desde 1604.
