ASDEN detecta vertidos "altamente contaminantes" en el río Val
Nuevos vertidos contaminantes de la depuradora de Ágreda-Ólvega ponen en evidencia el origen y causantes de la muerte biológica del río Val y de la alta contaminación del embalse de El Val, según ha denunciado hoy ASDEN.
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El domingo 21 de enero se ha podido observar, según la asociación ecologista, como el vertido de la depuradora de Ágreda-Ólvega (Provincia de Soria) manchaba y contaminaba totalmente con sustancias blancas el río Val.
Vertidos que ya fueron detectados el 21 de diciembre de 2017, y que contrastan con los vertidos espumosos detectados y sancionados hasta ahora por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE)
El color blanco y olor desagradable de estos vertidos no se corresponden con un vertido procedente de un mal funcionamiento de la instalación, como así los han excusado en otras ocasiones los ayuntamientos y la propia CHE; ni tampoco de vertidos asociados a aguas domésticos. Más bien, según ASDEN, muestran un vertido de características ligadas a alguna industria del polígono de Ólvega.
Estos vertidos contribuyen a que el río Val esté muerto, y a que su interés ambiental y turístico esté arruinado por la presencia constante de malos olores y espumas.
Además tienen graves consecuencias para las localidades situadas aguas abajo, porque la aguas contaminadas del río Val se mezcla más tarde en el embalse de El Val (Los Fayos –Zaragoza-) con las aguas de calidad procedente del río Queiles que mana en Vozmediano, contaminando de esta forma un mayor volumen de agua que ya no puede ser destinado para el abastecimiento humano, que es el uso que tenía programado el embalse.
Estos dos llamativos vertidos son los dos ejemplos más recientes de la realidad de la deficiente gestión y uso del agua que se realiza en Ólvega, según ASDEN, cuyas industrias han vertido y vierten con la omisión de las autoridades.