Dos mil personas disfrutan del Belen viviente de Oncala

Oncala ha vuelto un año más a anticipar las fechas navideñas, dentro de la décima edición de su feria del acebo, con un Belén viviente en el que un centenar de voluntarios han revivido antiguos oficios de este pueblo merinero, una recreación seguida por dos mil personas.

Oncala, pequeño pueblo soriano donde apenas residen quince personas en invierno, se ha llenado hoy de vida con más de dos mil personas que han acudido para presenciar la feria del acebo, que cumple su décima edición, y disfrutar del Belén viviente, una escenificación que sigue ganando público año tras año y que este año ha introducido novedades para mejorar respecto a ediciones anteriores.
José y María han recorrido antes las calles y casas de piedra de este pueblo merinero y han podido presenciar a su paso los antiguos oficios que marcaron a Oncala y también a Belén, desde carpinteros y pastores hasta barberos, lavanderas y panaderos.
No ha faltado tampoco la cantina, donde los visitantes han combatido el frío con trasnocho, una vieja tradición merinera en la que las mujeres pasaban las largas horas nocturnas del invierno -mientras llegaban sus maridos de la trashumancia- tejiendo ropa, a la luz de las velas.
El Belén es posible gracias a la colaboración de vecinos, que abren las puertas de sus casas y patios decorándolos con acebo para la ocasión.
La idea de organizar un Belén Viviente surgió hace cinco años con la intención de animar más la Feria del Acebo y, con el paso del tiempo, se ha convertido en un auténtico producto turístico por sí mismo.
El Belén viviente es una de las actividades incluidas en la X Feria del Acebo, que se desarrolla del 6 al 10 de diciembre en Oncala y que está organizada por la Mancomunidad de Tierras Altas y el Ayuntamiento de Oncala, en colaboración con la Diputación provincial y la asociación El Redil.
Una quincena de expositores han demostrado las diferentes utilidades del acebo como adorno navideño así como la riqueza gastronómica de esta comarca soriana, la más ligada a la trashumancia en la provincia.
El objetivo para próximas ediciones es ampliar el recinto para dar "mayor vistosidad a la feria", según ha declarado la técnico de la Mancomunidad de Tierras Altas, Raquel Soria.
Soria ha destacado que esta feria se ha consolidado en el calendario y no sólo para los sorianos de diferentes comarcas sino para personas que llegan de otras provincias.
La feria potencia el acebo como referente turístico y también como un recurso para la comarca de Tierras Altas, tanto en el plano de promoción turística como en el aspecto económico.
Entre otras actividades, se organizan recorridos con guía por el acebal de Oncala y donde la Junta de Castilla y León ha autorizado esta campaña la corta de cerca de 3.000 kilos.