Cae Numancia; nace el mito
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Alrededor de cuatro mil personas han asistido esta tarde con expectación y emoción a la escenificación de "La caída de Numancia" en el anfiteatro de la Hoya, a los pies del yacimiento arqueológico de Numancia, un episodio que da las claves de la conformación de un mito universal.
Toda la energía concentrada en las representaciones de los últimos años, en el ciclo de las guerras numantinas, han culminado esta tarde "en el último minuto" de esta representación, con la caída de Numancia por inanición de sus pobladores, en el año 133 a.C., merced al cerco realizado durante nueve meses por el cónsul romano Publio Cornelio Escipión "El Africano".
Numancia se transformó en mito casi paralelamente al desarrollo de los acontecimientos, ya que fueron los propios escritores greco-romanos los que engrandecieron, con sus comentarios, la historia de la ciudad celtibérica, provocando que en los siglos posteriores se fuese generando una imagen mítica.
"Los romanos, durante siglos, tuvieron presente lo de Numancia; ellos pensaban que había que introducir a los numantinos en su cultura, que consideraban que era más avanzada", ha resaltado hoy a el profesor universitario y responsable del plan director de las excavaciones en el yacimiento arqueológico de Numancia, Alfredo Jimeno.
El pueblo romano, ante el número de bajas y la inversión económica para doblegar a los numantinos en una guerra que se prolongó durante dos décadas, protestó al Senado y le presionó para que nombrase a "El Africano" como nuevo cónsul, lo que suponía saltarse la norma que tenía la constitución romana, que contemplaba que una persona sólo podía ser cónsul por diez años y que tenía que dejar un periodo de una década para volver a serlo.
"La presión del pueblo fue tan fuerte que tuvo el Senado que claudicar", ha señalado.
Asedio
Jimeno ha recordado que Publio Cornelio Escipión Emiliano sabía perfectamente que no podía regresar a Roma sin derrotar a los numantinos, por lo que se planteó realizar una guerra por asedio, que se prolongó durante once meses.
El cónsul Escipión llegó a Numancia con el antecedente del fracaso de otros siete cónsules, por lo que sabía "que no tenía que exponerse al enfrentamiento cuerpo a cuerpo y llegó con la idea de que el pueblo numantino muriera por inanición".
Escipión trasladó hasta el entorno de Numancia dos ejércitos consulares, formado por sesenta mil hombres.
El cerco fue construido en piedra y con torres comunicadas durante las 24 horas en un perimetro de nueve kilómetros.
Los ríos Duero, Tera y Merdancho también fueron cortados con postes de madera con pinchos metálicos para evitar que nadie pudiera pasar.
Las fuentes clásicas apuntan a que ocho mil guerreros numantinos resistieron el cerco durante once meses.
Por su parte, el presidente de la asociación cultural Tierraquemada, Alberto Santamaría, ha resaltado que toda la energía concentrada en las representaciones de los últimos ocho años, en el ciclo de las guerras numantinas, han culminado hoy "en el último minuto" de la representación de la caída de Numancia, que se ha dilatado durante hora y media.
Desmitificación
"Tenemos que transmitir lo que los romanos pensaban de los numantinos; los romanos no entendieron porque los numantinos murieron y tratamos de desmitificar que eran unos locos que se suicidaron e intentamos explicar al público por qué decidieron entregar su vida antes que su libertad. Cuando cayó Numancia realmente nació el mito", ha explicado.
Santamaría ha recordado el trabajo que hay detrás de esta escenificación, cuyo vestuario y atrezzo se prepara durante el invierno y el guión se perfila desde mayo.
La escenificación ha sido retransmitida por primera vez por streaming, en un intento más de Tierraquemada de aprovechar las nuevas tecnologías para difundir en el mundo el mito de Numancia.
La asociación cultural Tierraquemada lleva escenificando desde 1999 las guerras numantinas, un acto convertido en el espectáculo cultural del verano en Soria.