El Gobierno refuerza protección de torre de la Catedral de El Burgo de Osma
El Consejo de Ministros del pasado martes ha tomado en consideración la ampliación de la declaración de emergencia de las obras en la torre de la Catedral de la Asunción del Burgo de Osma, con un importe de 167.748 euros, dentro del área de Cultura.
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Esta decisión asegura la continuidad de los trabajos que impulsa el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE) y completa los medios técnicos y económicos ya movilizados sobre el monumento.
La ampliación responde a las necesidades detectadas durante la intervención, con el objetivo de garantizar la estabilidad, la estanqueidad y la seguridad de la torre.
La Subdirección General del IPCE comunicó a la Subdelegación del Gobierno la memoria valorada de ampliación, que extiende el plazo de obra en seis semanas y fija el coste adicional en los mencionados 167.748 euros. Este ajuste permite finalizar con solvencia las unidades de trabajo indispensables para una solución duradera de las cornisas y de los sistemas de evacuación de aguas.
Esta actuación se suma a los hitos aprobados en 2024.
El 3 de diciembre de 2024, el Consejo de Ministros autorizó la ejecución de obras de emergencia en la torre de la Catedral, bajo dirección del IPCE, a raíz de los desprendimientos provocados por episodios de lluvia intensa. En ese marco se definieron las tareas de saneado y recuperación de elementos dañados, la impermeabilización y correcta evacuación de aguas en todos los cuerpos, la reposición de cornisas, impostas y sillares con piedra natural de características análogas y la limpieza en seco de paramentos para eliminar biodeterioro y depósitos nocivos.
El 26 de diciembre de 2024, el Boletín Oficial del Estado publicó la formalización del contrato de estas obras, con un presupuesto de 552.563 euros y un plazo de ejecución de nueve meses. El órgano de contratación fue la Dirección General de Patrimonio Cultural y Bellas Artes del Ministerio de Cultura; la gestión técnica corresponde al IPCE.
La intervención persigue la conservación e integridad del bien y elimina soluciones antiguas que resultaban incompatibles con la protección de la piedra y la seguridad del entorno.
La Catedral de la Asunción dispone de la máxima protección legal.
Es Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Monumento desde 1931 y su intervención forma parte del Plan Nacional de Catedrales que gestiona el IPCE, instrumento que articula las actuaciones de urgencia y los proyectos de restauración en las grandes fábricas catedralicias del país. Esta línea de trabajo sitúa a El Burgo de Osma en la agenda de prioridades del Ministerio de Cultura, con una estrategia que prioriza la seguridad de las personas y la conservación científica del patrimonio.
El Gobierno de España actúa de forma coordinada con el Cabildo Catedralicio y con el Ayuntamiento de El Burgo de Osma, de acuerdo con la normativa de patrimonio cultural y con los principios de intervención mínima, reversibilidad y compatibilidad de materiales.
El refuerzo aprobado por el Consejo de Ministros no altera la filosofía del proyecto; al contrario, asegura su correcta culminación con partidas específicas para sellados, anclajes, reposición de piezas y mejoras en la evacuación de aguas, piezas clave para erradicar el riesgo de nuevos desprendimientos y mejorar el comportamiento higrotérmico de la fábrica de piedra.
Con este acuerdo, el Ejecutivo integra nuevos recursos en una obra ya en marcha y acerca soluciones técnicas contrastadas a un bien cuyo valor simbólico, histórico y artístico trasciende el ámbito local.
La inversión pública protege la torre, mejora la seguridad del entorno peatonal y reduce costes de mantenimiento futuros, al tiempo que consolida la atracción cultural y turística de la villa episcopal.