Tardelcuende recupera el chozo resinero
En una actividad organizada por la asociación cultural Gaya Nuño
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Cerca de un centenar de personas han presenciado este fin de semana en Tardelcuende la construcción de un tradicional chozo resinero, habitáculo utilizado antiguamente por los resineros en sus respectivas matas de trabajo para protegerse de las adversidades climatológicas.
La construcción del chozo es una actividad etnográfica organizada por la asociación cultural Gaya Nuño.
Un grupo de voluntarios se han ofrecido de manera altruista a la construcción de esta cabaña tradicional que fue el divertimento de los más jóvenes y ha servido de comentario a los más mayores de la localidad que tantas horas han pasado en entornos semejantes, pues junto a sus respectivos chozos gravitaba gran parte de su vida laboral en los años 50 y 60.
Los chozos se construían normalmente con el material de los alrededores y eran totalmente ecológicos.
Se elegía un lugar resguardado y aprovechando algún tronco o pino inclinado se apoyaban sobre él varios varales extraídos de masas cercanas de densidad excesiva.
La capa impermeable exterior se construía con acícula seca de los propios pinos (aquí llamada “zarabuja”) a los que algunos resineros le añadían capas de arena.
La jornada ha terminado con una chorizada para los niños colaboradores y vino en bota (como antiguamente) para los adultos.
La asociación cultural Gaya Nuño de Tardelcuende cuenta en la actualidad con unos doscientos miembros y ya tiene preparadas nuevas actividades para las próximas semanas.
El día 24 de abril contará con una representación teatral a cargo del grupo adnamantino “Sonrisas y Lágrimas”.