Humanos…, ¡Sí, sí, a veces animales!
Ángel Coronado, al hilo de las nuevas exigencias legales sobre bienestar animal, reflexiona sobre el trato que dan algunas tradiciones, como el toro jubilo, a los animales.
Chapuzas en las travesías. ¿Tenemos Ayuntamiento?
¿Fuimos ilusos?
Humanos…, ¡Sí, sí, a veces animales!
O las nuevas exigencias en favor del trato animal (RD 159/23 de 7 de marzo) son excesivas, según parece sostienen los de ASPORSO, o las antiguas exigencias en favor del trato animal (Asporsorianas) trataban muy mal a los animales.
Yo…, la Verdad…, ¡la Verdad siempre por delante!, voy y me leo el RD, y la Verdad, no soy jurista, como que me pierdo un poco en ese laberinto legal, pero la Verdad, el RD me parece razonable. Es más, ese Real Decreto me parece una especie de antorcha o de linterna siempre útil en cualquier bosque o laberinto, siempre útil, nunca excesivo como a los Asporsorianos parece ser que les parece.
Los de ASPORSO, displicentes con el nuevo RD, parece ser que se movían por el antiguo laberinto como el Minotauro en Creta, como los peces en el mar. Es natural. Nadie se puede imaginar, ni los de ASPORSO ni nadie, al minotauro con antorchas (lo del toro jubilo es excepcional) ni a los peces fuera del agua (los peces voladores son también excepcionales No he visto nunca ninguno. Lo más que llego, a la trucha tras la mosca)
El caso es que no me salen las cuentas. Para contar nunca utilizo los dedos. Hago bolitas con miga de pan, pero a nada que me distraigo, algún pájaro me coge alguna. O así lo creo. Otras veces debo contarlas mal. De otra forma no lo entiendo.
Todos los años, en Medinaceli, el toro jubilo corretea por las callejuelas del pueblo. Antes del 7 de marzo de 2023 y después. Y ahora, un año después, con mayor razón y legalidad que nunca. Se nos ha explicado, y bien claro por cierto, el cuidado con el que las antorchas se fijan a los cuernos del Minotauro Jubilo, la gruesa capa de barro con la que se le viste al toro para que, yo…, la Verdad…, ¡la Verdad siempre por delante!, no soy jurista, pero yo me aclaro bastante bien por el laberinto de las callejuelas con las antorchas. Me pasa de alguna manera como con lo de la macrogranja que se proyecta instalar en Cidones con todas las de la ley y a las mismas puertas del pantano que nos da de beber, granja tan llena de matemáticas y de centímetros como de cerdos y como el mismo minotauro de Medinaceli, lleno de antorchas y de barro que no cabe más.
Por otro lado, y sin perjuicio del RD ni de ninguna otra cosa, al pantano de La Cuerda del Pozo que nos da de beber se podría dejar tal cual está y al mismo tiempo dejar también al Minotauro de Medinaceli sin antorchas ni barro para que, tal cual, como un toro, coma un poco de hierba por cualquier prado. Ambas cosas a la vez, como matando dos pájaros de un solo tiro. Y el RD, ya obsoleto, a la papelera con él. ¡Fuera displicencias! ¡Fuera laberintos! Tres, cuatro, ¡cinco pájaros de un tiro! Y a correr.
Pero las cuentas siguen sin salir. Debe ser otro laberinto, deben ser otros Minotauros. Y en alguna Comunidad, hasta un consejero torero. Pese a todo, decido seguir con las bolitas de pan, no sea que algún pajarraco venga y se me lleve un dedo. Y a la cuentas que las den. Yo…, la Verdad…, ¡la Verdad siempre por delante!
Fdo: Ángel Coronado