ROOT | Opinión

El sesgo femenino

Domingo, 21 Diciembre 2025 09:26

Juana Largo reflexiona en este artículo sobre el necesario sesgo femenino que hay que aplicar en los tiempos que vivimos.

Sillitas de cuatro ruedas

El sesgo femenino

A una le parece que hay cosas que no se deben perder en la vida, sobre todo en cuanto atañen a las cuestiones del amor o en las que debe existir el amor. Que ahora mucha juventud, viendo lo que da el panorama para ver, no esté que digamos muy aficionada al “amor” resulta algo en lo que se les puede dar la razón. Porque ahora mismo el mundo está convulso y no existe, por todas partes, más que el odio y la revancha y los malos sentimientos y, si no se dan estas instancias, al menos se cae en el abandono de sí mismo y el no creer en uno mismo, porque el sistema o como quiera que se llame todo esto, nos ha vencido y ya no podemos luchar…

¡Ah, ojo con lo de la palabra “lucha”! Que la suelen utilizar muy a menudo los políticos cuando se da una ocasión tanto favorable para su equipo como desfavorable para su equipo si se trata de un hecho luctuoso. Siempre utilizan la coletilla de: “y fue un gran luchador” o, también como ejemplo, lo de “hemos conseguido este logro para Castilla y León porque hemos luchado”.

Es el tema de turno, algo sobre lo cual queríamos hacer un breve comentario: la palabra “lucha” y, bueno, tal palabra la utilizó muy bien don Pío Baroja, años ha, cuando hablaba de lucha por la vida, algo que, sin duda tuvo que venir de la fuente de Darwin, y Spencer, ¡menudos tíos!, cuando aplicaban la lucha por la vida fisiológica o simplemente biológica a los avatares de la vida social, la cual siempre ha luchado por la vida, como lo hacían las gentes en los circos romanos o en el siglo de Oro, mismamente en España, cuando se daba el circo social y de régimen con sus oligarcas, en el cual la gente estaba siempre en lucha o en combate que, si te descuidabas, te hacían cuartos de pastel o te ponían crucificado a la entrada y salida de una ciudad o de un pueblo…

Una no sabe cómo se ha podido llegar a esto de ahora, que vuelve Pinochet en Chile y que, probablemente en el siglo XIX, para que se cumpliera bien el fenotipo de  los tíos y de las tías en su guerra diaria, tuvo Charles Darwin que situar –sin tenerlo que hacer- a los humanos o a su sistema social particular y ampliado luego a otros lugares, de la vida en la cual siempre ganan los fuertes o los más adaptados, como que el mundo debería ser de ellos, sobre todo de los que ya estaban por entonces adaptados a la prepotencia los ricos mientras los pobres andaban, claro está, en el desquitarse de sojuzgamientos y levas y diezmos por parte de los que les oprimían (tiempo en el cual, tras el cristianismo, vino el primer socialismo tal como lo conocemos científicamente ahora), para pasarlo el investigador y estudioso de la Evolución, del mero hecho biológico de los protoplasmas y bacterias, a la vida humana, como que nos dijera con ello, el inglés, eso de que “no queréis taza o lucha, toma taza o lucha y media”, pues así no se desentonaba del régimen social… Con ello demostró el anglosajón que es muy difícil salir de la vida social en la que nos movemos para hablar de la vida general, o universal.

Vale, el amor, debe ser porque se nombra tanto, ha de ser muy importante en la escala de valores, tal como expuso Max Scheler, y, por ello, al utilizarlo tanto, en nuestros días ha perdido empaque, y ahora o cualquier cosa es algo de amor o, por el contrario, nada es cuestión de amor. Estos tiempos tan líquidos, como diría Z. Bauman, no son verdaderamente fieles con una escala de valores positiva, y muy al contrario, no se pronuncia lo mismo en el hogar de un gran aristócrata que en el hogar de un menesteroso. No es lo mismo el amor en la casa de un torturador que en la casa de los torturados.

Todo esto nos lleva a que, uno de los elementos del amor en una pareja, resulte perjudicado estructuralmente cuando no se cumplen los deseos de los escritos antiguos. Y por eso sucede que, ahora, el sistema antiguo hace aguas y que la peor parte se la llevan “ellas”, nosotras, las mujeres. El feminismo, cuando se planteó como combate contra el sistema patriarcal, lo tenía muy claro; ahora parece ser que está aumentando el grosor de sus premisas y las mujeres, en general, estamos avanzando al menos en la interpretación de la historia. De ahí viene, por lo tanto, la cuestión de los sesgos, del sesgo femenino en realidad, de que exista una manera de mirar al toro en la plaza de una manera no tradicional. Por eso es tan importante lo del sesgo de las mujeres y de la igualdad social y jurídica, porque el anterior sesgo de los hombres fastidiaba bastante.

Y parece ser que, con el tiempo, en estos últimos años, sobre todo, el combate de las mujeres se ha querido hacer oír, y todavía continúa, pero que, a veces, cuando no se dan grandes eventos negativos, se deja un poco el tema y se cae en la flojedad de querer comprendernos todos en una cierta objetiva igualdad, cuando no es así, en realidad, sino todo lo contrario, pues suelen aparecer las puntas del iceberg de la dominación. No sé si estaba grabado antes, el caso es que hace poco me he fijado: en la entrada de la Concejalía de Igualdad de nuestro Ayuntamiento, figura el añadido a la Igualdad, que es “con perspectiva de género”…, lo cual parece acorde con los tiempos y hace comprender a muchas mujeres que puede haber también cierta atención de los regidores al sumimiento de las mujeres. Al menos es lo de esperar. Algo que te lleva a ver la historia de las mujeres “en acción”.

Fdo: Juana Largo

Te puede interesar
Opinión

El sesgo femenino

21-12-2025 09:26
Opinión

¿Hasta cuándo abusarás, Carlitos, de nuestra paciencia?

20-12-2025 10:57
Opinión

Sillitas de cuatro ruedas

20-12-2025 08:29
Opinión

Un teatro obsceno de evasión y adoctrinamiento

20-12-2025 08:22
El MIRÓN de SORIA

(c) 2023 - El Mirón de Soria
Juan Carlos Hervás Hernández
Soria - España

  • Aviso Legal
  • Política de Cookies
  • Política de privacidad