Una fecha para festejar y para reivindicar
CASTILLA Y LEÓN celebra el Día de la Comunidad un año más el 23 de abril, en recuerdo de los históricos hechos ocurridos en 1521 en Villalar de los Comuneros.
Una fiesta que, como dice la propia ley que fijó este día festivo en el calendario de la Comunidad, quiere ser a su vez homenaje a los antepasados y promesa ante quienes sigan en el afán de mejora de las condiciones de vida de los castellanos y leoneses. Pero para que la fiesta sea completa es necesario impregnarla de cierta dosis de reivindicación, ante una situación económica y social en la región que, aunque parece atisbar cierta recuperación, está lejos todavía de ser la deseada por todos los interlocutores sociales, con porcentajes de desempleo nunca conocidos que lastran muchos proyectos personales y colectivos y que exigen un impulso decidido de las políticas públicas para romper inercias perniciosas. Dentro de ellas es fundamental apoyar medidas, en la línea del marco “Agrohorizonte 2020”, para facilitar el relevo generacional en el sector agrario, un pilar básico para el sostenimiento del medio rural, amenazado seriamente en su propia supervivencia en muchas zonas de la región y, por extensión, de Soria. Revertir esta situación exige una decidida apuesta política y económica que permita que lleguen y se mantengan los servicios necesarios -y con la calidad adecuada- a los habitantes de este medio rural. Las administraciones -da igual su signo político- deben saber y aprender, por paradójico que parezca, que no hay nada más caro de mantener que un territorio vacío.
