Suelo público competitivo, una larga historia
El SUELO INDUSTRIAL PÚBLICO de la ciudad tiene todavía un largo camino
por recorrer, tras la reunión mantenida esta semana por la comisión de
Urbanismo para entregar el informe encargado por la Junta de Castilla y
León sobre la viabilidad de destinar la inversión comprometida en Soria
2 -en torno a 30 millones de euros- en la segunda fase de Valcorba.
Los datos aportados en este informe dicen a las claras que habrá que trabajar mucho y bien para conseguir el objetivo de contar con suelo público competitivo. Treinta y seis millones de euros es la estimación para la ejecución material de la segunda fase de Valcorba -1.155.375 metros cuadrados-, sin incluir los costes de adquisición de los terrenos -vía negociación o expropiación-, los costes financieros y los de desarrollo de la obra. Antes de las fiestas de San Juan se quieren despejar todas las dudas sobre Valcorba II, un trabajo en el que se deben implicar todos los partidos en un proceso que debe estar marcado por el rigor para evitar falsas acusaciones. El objetivo debe ser que el metro cuadrado final sea lo suficientemente competitivo como para que, en un futuro, sirva para asentar empresas y atraer desarrollo a la ciudad. No basta con repetir que Valcorba II es la mejor opción posible, casi la única. Hay que demostrarlo con cifras. Si esta premisa se olvida, lo único que se conseguirá es tirar dinero público a la basura, algo que las administraciones no se pueden permitir. Es imprescindible tener suelo industrial público, pero sin hipotecar los presupuestos de las administraciones, condenadas a rentabilizar sus inversiones.
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