Coincidiendo con la expo de Zaragoza dedicada al agua y desarrollo
sostenible, el Ayuntamiento de Soria afronta un caso práctico sobre lo
que quiere que sea la gestión del líquido elemento, una vez que
finaliza en septiembre el plazo de concesión a la empresa
adjudicataria. El agua, conviene recordarlo, se ha convertido en un recurso cada día más valorado y, a su vez, cada vez más desaprovechado. España es uno de los cinco países de la Unión Europea que más agua consume por habitante, con un gasto diario por individuo de 171 litros, 121 más del establecido por la Organización Mundial de la Salud como el volumen mínimo para cubrir las necesidades básicas. En Soria es imprescindible acometer con el nuevo pliego el reto de fomentar de forma verdadera la cultura del agua, primando su ahorro y bonificando a los que huyen del derroche. La corporación capitalina tiene la ineludible responsabilidad de gestionar mejor este recurso escaso, concienciando a los vecinos de un mejor uso, con programas de educación ambiental que estimulen el ahorro. Y también dando ejemplo, fomentando la instalación de tecnologías ahorradoras de agua en los edificios municipales, paso previo para que los ciudadanos interioricen la necesidad de ahorrar. Los estudios destacan que las familias españolas podrían reducir más de un 48 por ciento su consumo de agua en el ámbito doméstico solo con la utilización de las últimas tecnologías de reciclado y de reducción del caudal para duchas y grifos. Con las tarifas que primen los ahorros, se dará un paso definitivo en esta cultura del agua.