Para este viaje no era necesario tantas promesas
EL DÍA DE LA COMUNIDAD no fue para Soria motivo de celebraciones.
Más bien, todo lo contrario. Las declaraciones del ministro de Fomento en las que aseguraba que el AVE soriano no tiene un horizonte cercano han echado tierra a los ojos a las esperanzas de la sociedad soriana de estar vinculada más pronto que tarde a esta infraestructura que incentiva el desarrollo de las ciudades en las que se detiene. Soria, en pocos años, ha pasado de ser la capital de Castilla y León donde iba a llegar antes el tren de alta velocidad ferroviaria -se anunciaba para el año 2005- a convertirse en la única ciudad de la región que no sabe si algún día podrá subirse a este tren. Por medio, hay muchos compromisos incumplidos y demasiada falta de seriedad y rigor del partido que sustenta hoy al Gobierno de España. Si la lanzadera a Calatayud nunca fue considerada una opción viable -incluso antes de firmar el acuerdo ciudadano en la primavera de 2003-, la alternativa no puede ser que Soria siga años después en el limbo de la planificación de la alta velocidad ferroviaria española. Para este camino (ferroviario), no hacían falta ni tantos planes ni tantas medias verdades, defendidas en este tiempo por los mismos protagonistas. El PSOE le debe una explicación convincente a la sociedad soriana y una alternativa a su conexión al AVE. De no clarificar su futuro, es tiempo ya de que todos los agentes sociales y económicos, con la Plataforma Soria Ya a la cabeza, digan alto y claro que no están dispuestos a admitir una discriminación más de un Gobierno incapaz de cumplir con sus propios compromisos.
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