El necesario impulso de un corredor olvidado
MIENTRAS LAS VIAS DE LA línea ferroviaria Santander-Mediterráneo,
cuando se cumple el centenario del inicio del proyecto, son
desmanteladas en buena parte de su trazado -condenando a este corredor,
en el mejor de los casos, a su aprovechamiento como vía verde-, la
N-234 ha sido mejorada en su asfalto, en unas obras necesarias pero
insuficientes.
Este corredor está necesitado de un mayor impulso, que
le convierta en una autovía recuperando con ello el papel estratégico
que tuvo no hace demasiados años. La Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (CECALE) ha reiterado en su último informe lo que ya se ha reivindicado en la provincia por parte de diferentes foros, partidos, administraciones y colectivos. Soria sigue siendo teniendo un bajo grado de comunicación con el resto de la región y de España y para superar este desfase es necesario desarrollar una serie de corredores, entre los que destaca el Santander-Mediterráneo. Es hora, pues, de que nuestros políticos se pongan de acuerdo y comiencen los trámites administrativos -largos, como sabemos- para que este trazado sea antes que después una autovía. En otras provincias y comunidades han hecho antes sus deberes. En Aragón tienen en marcha el estudio informativo desde Daroca a Calatayud. Y en Burgos, están comenzando las obras entre Aguilar de Campoo y la capital burgalesa. Con el compromiso de la Junta de financiar el 25 por ciento del trazado desde Soria a Burgos, es hora de dejarse de excusas y comenzar a caminar.
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