Cuando la nieve se convierte en motivo de discordia
La nieve no es un fenómeno meteorológico desconocido en la provincia.
Aunque ya no nieve como antaño, en ocasiones el cielo deja un manto blanco sobre el suelo que complica la vida de los ciudadanos y sirve de termómetro para valorar la responsabilidad de nuestras administraciones y nuestros políticos, capaces en algunos casos de generar crítica partidista de asuntos en los que también tienen competencias. La nieve, ciertamente, no discrimina a los pueblos y administraciones en función de su color político. Y por ello, los responsables políticos deben ser especialmente cuidadosos en sus valoraciones, sin caer en la euforia desmedida ni en el derrotismo, con las suficientes gotas de autocrítica que permitan mejorar el operativo cuando la ocasión lo requiera. La demagogia, ciertamente, no es un buen camino en asuntos que afectan a la seguridad de los ciudadanos. Los responsables políticos deben sumar esfuerzos evitando acusaciones que no pueden tapar las propias ausencias de administraciones del propio signo político. Las administraciones deben reflexionar sobre cómo ha incidido la última nevada en Soria y provincia, para sacar conclusiones de las medidas que se pueden y deben aplicar, y ahorrar resbalones y caídas a sus ciudadanos. En esta tarea, la prevención y la información son fundamentales. Por encima de intereses de determinados sectores, el ciudadano necesita información al detalle y actualizada de las inclemencias meteorológicas. Sólo así podrá colaborar con las administraciones para que la próxima nevada no sea noticia.
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