TRIBUNA / El engaño del Rey
Mario González censura en este artículo de opinión el discurso de Navidad del rey, lleno de lugares comunes, con buenos deseos cuando lo que se necesita es abrir un periodo constituyente para alumbrar una nueva Constitución, en la que todos sean ciudadanos iguales y libres.
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TRIBUNA / El engaño del Rey
Todos los medios de comunicación se han hecho eco del discurso de Navidad del rey. No deja de ser sorprendente que todos lo hagan en portada, aunque se trate de un discurso tan viejo y manido que fue heredado, como todo lo demás, del General (por lo menos, él si pintaba algo). Ninguno, sin embargo, denuncia que ese discurso –una variante con repetición del leído hace unas semanas durante el acto de apertura de la XV Legislatura- sea, en el fondo, un conjunto de patrañas entremezcladas con buenos deseos que no contribuyen a nada más que a mantener el engaño en el que nos mantiene envueltos la PPSOE desde la oscura Transición (otros la llaman, con acierto, ‘La Transacción’).
Un discursito en el que lo que no es mentira es directamente falso. Un discurso –como todo lo que hace o dice el rey- arreglado y autorizado por la PPSOE. ¿De qué libertad nos habla, majestad? ¿De qué unidad? ¿De qué estado de derecho nos habla, majestad? ¿De qué proyecto común? ¿De qué igualdad? ¿De qué democracia nos habla, majestad? ¡A otro perro con esos huesos! Duele comprobar cómo, en España, lo único que queda de la democracia es el voto. Nada más. Todos los poderes del Estado confluyen sin separación de ningún tipo en la facción de la PPSOE que gana las elecciones o consigue comprar, en subasta privada, los votos de los nacionalistas. Así pasan automáticamente a manejar los PGE y unas instituciones trufadas de comisarios políticos. Los poderes económicos le hacen el rendibú y ponen a su disposición los grandes medios de desinformación y el equipo de opinión sincronizada a cambio, por supuesto, de una suculenta tajada. Juegan y ganan. Y lo vienen haciendo desde los tiempos del General. La única diferencia es que el tiovivo actual de la PPSOE es diez mil veces más grande que el que montara, otrora, el General. Demasiado peso para ir fino, a pesar de las infinitas gabelas que nos han impuesto desde entonces.
España nunca ha sido democrática. Nunca. Los que ahora se sientan en las Cortes no te representan a ti, sino a los partidos políticos. Hablar de pluralismo político son ilusiones, son ilusiones, como en la canción de Los Chichos. Los medios focalizan la oferta política disponible –qué puedes votar- el resto de opciones son directamente canceladas. En cuanto depositas tú voto en la urna –o desde que no lo haces, que tanto da- quedas fuera del juego político. El Pueblo no es soberano, lo son los partidos. No votas ningún programa y, en consecuencia, no existe un mandato electoral que cumplir. El voto es un cheque en blanco al partido para que haga lo que más le convenga. Este es el sistemita que el rey califica de democrático y pide defender. Otra institución usufructuada por la PPSOE para poder pintar el tiovivo de dorado y que quede más mono. Más vendible, en definitiva, al conjunto de una ciudadanía que cada vez tiene que agachar más la cabeza para poder seguir adelante y que pronto tendrá que postrarse de hinojos. ¡El ciudadano ha muerto, viva el súbdito!
Estamos viviendo otra fase más de la metamorfosis del sistema alumbrado por ‘La Transacción’. No va a salir ninguna mariposa, sino el gusano del ‘Franquismo 2.0’ que el mismo lleva dentro. Cualquier cosa que se parezca remotamente a igualdad, justicia, estado de derecho y democracia será pura coincidencia. La PPSOE pasa ya ampliamente del incordio que supone la Ley y la Constitución. Hacen directamente lo que les da la gana, sin luz y sin taquígrafos. Lo que no cabía, ahora cabe. Lo que resultaba impensable, ahora es más que plausible. Si la PPSOE no cumple ni con la Ley ni con la Constitución ¿por qué debemos hacerlo nosotros? Necesitamos cambiar el sistema y abrir un periodo constituyente para alumbrar una nueva Constitución en la que todos seamos Ciudadanos Libres e Iguales, en lugar de súbditos condenados a votar y pagar lo que nos digan. Lógicamente, todos te asustan con que fuera de su constitución está el abismo, pero el abismo está dentro. Una constitución que dice una cosa y la contraria, que admite lecturas del derecho y del revés y que nadie cumple desde los años 80. Un engaño como este discursito de Navidad del rey. La auténtica Democracia está fuera de esta Constitución del 78. Puedes contribuir a ese cambio dejando de votar por la PPSOE y votando por cualquier otra opción que te cuadre y que no haya estado nunca mezclada con el Poder. No obstante, si quieres verte atropellado en esos derechos y libertades que ahora crees consolidados y tuyos, sigue votando PPSOE. Será como autorregalarte carbón el día de los Reyes Magos.
Fdo: Mario González Casado. Abogado. Mautiko Abogados.