Sin nuevas inversiones con prórroga de Presupuestos del Estado
El Gobierno de España, tras el adelanto electoral en Cataluña, ha renunciado a aprobar unos nuevos Presupuestos Generales del Estado en 2024. Y la cuestión tiene sus consecuencias, en especial en que no habrá nuevas inversiones.
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TRIBUNA / Atentado al corazón de la democracia
Según la ley, se prorrogan automáticamente los del año anterior y no es la primera vez que ocurre.
En diciembre el Ministerio de Hacienda había aprobado los criterios para la prórroga, como paso previo a este escenario, aunque los presupuestos se seguían negociando con los grupos políticos del Parlamento.
Esa medida cumplía con lo establecido en el artículo 134 de la Constitución Española, que determina la prórroga automática de los Presupuestos el 1 de enero si no hay unas nuevas cuentas públicas en esa fecha, algo que no fue posible por la convocatoria electoral y la investidura de Pedro Sánchez en noviembre.
El artículo 134 de la Constitución Española establece que es competencia del Gobierno elaborar los Presupuestos Generales del Estado y que es tarea del Congreso de los Diputados, su discusión, modificación y aprobación.
Cuando unos nuevos presupuestos generales no han sido aprobados en el primer día del nuevo año, se dan automáticamente por prorrogados los anteriores.
Los presupuestos deben ser presentados al menos con un trimestre de antelación al año al que corresponden, tal y como se explica en el mismo artículo.
Los de este 2024, por ejemplo, tendrían que haber sido presentados tres meses antes del fin de 2023.
En lo que respecta a los tributos, sin nuevos presupuestos del Estado, el Gobierno puede modificar los impuestos vigentes a través de decreto ley, pero en el caso de querer aprobar nuevos impuestos sería necesario conformar una ley específica nueva.
Qué temas quedan pendientes tras la prórroga de los presupuestos
Tras el anuncio del Gobierno de no presentar presupuestos generales para este 2024, quedan pendientes la revalorización del indicador público de renta a efectos múltiples (Iprem), que funciona para calcular algunas prestaciones así como los compromisos económicos con otros grupos parlamentarios relacionados con la investidura que se iban a formalizar en estos presupuestos.
No todas las partidas son prorrogables.
La prórroga no afectará a los créditos para gastos correspondientes a programas o actuaciones que terminen en el ejercicio cuyos presupuestos se prorrogan o para obligaciones que se extingan en el mismo.
Por ejemplo, una partida destinada a la construcción de una carretera cuya obra culminó en 2023 o a un certamen que ya se celebró no serían prorrogables.
Tampoco son prorrogables las inversiones, en cuanto gastos de capital, de forma que no se podrán acometer nuevos proyectos, y el margen de maniobra sobre los proyectos en marcha será reducido o nulo.
Pero la clave es que, aunque el Estado, salvo situación de emergencia, no podrá aprobar nuevos proyectos que supongan un incremento directo del gasto inicialmente previsto, la prórroga otorga cierta continuidad al gasto corriente ya comprometido.
Así pues, el Gobierno podrá modificar y ampliar partidas ya existentes e incluso acomodar ciertas medidas de ingreso y gasto ya anunciadas o previstas mediante la aprobación de decretos-ley que, posteriormente, tendrán que ser validados en el Congreso, siempre y cuando alegue razones de "urgencia y necesidad".
Los proyectos financiados con fondos europeos no resultarán afectados por la prórroga, de modo que su ejecución se mantendrá.
Más prórrogas
No es la primera vez que los presupuestos generales tienen que ser prorrogados, de hecho, desde la vuelta de la democracia a España han sido más veces las que un ejecutivo se ve obligado a tomar esta medida.
Otras de las prórrogas de los presupuestos generales se han dado en los años 1996, 2012, 2017, 2018, 2019 y 2020, además, tampoco sería la primera vez que una prórroga presupuestaria se extiende a todo el ejercicio.
