España retrocede en libertades humanas con puesto 16 en Europa Occidental
El Índice de Libertad Humana (ILH), elaborado por el Instituto Cato de Estados Unidos y el Instituto Fraser de Canadá y divulgado en España por el Instituto Juan de Mariana, ha revelado un preocupante retroceso global en las libertades humanas en el mundo y también en España.
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Este informe evalúa un total de 86 indicadores para medir los niveles de libertad política, civil y económica, abarcando al 98,8 por ciento de la población mundial con datos de 2021.
España se sitúa en el puesto 31 de 165 países analizados en el Índice de Libertad Humana de la edición 2023, cuyos datos se corresponden con el año 2021. La puntuación obtenida es de 8,03 sobre 10.
Si se compara la situación de España con la de los países de Europa Occidental, el resultado es negativo, ya que nuestro país aparece en el puesto 16 del total de 18 países analizados, solamente por delante de Italia y de Fraancia.
El promedio alcanzado en los países de Europa Occidental asciende a 8,46, de modo que España está 0,43 puntos por debajo de la media de sus países vecinos.
Independientemente de si observan las libertades personales (puesto 17) o las libertades económicas (puesto 15), los resultados cosechados por España son elevados en comparación con los promedios globales pero inferiores en relación con Europa Occidental.
La tendencia observada en las últimas décadas es negativa.
En el año 2000, España tenía una puntuación de 8,65 y se situaba en el puesto 21; en cambio, en el ILH de 2023 vemos que, con datos para 2021, nuestro país aparece 10 puestos por debajo y logra 0,62 puntos menos que en la clasificación original del informe.
El deterioro ha sido progresivo, pero se ha intensificado desde el año 2019.
Así, de 2019 a 2021, España ha retrocedido cinco puestos y ha visto cómo su puntuación se reducía en 0,45 puntos.
Existe, pues, de un declive en las libertades económicas y personales que resulta especialmente significativo si se consideran las fuertes restricciones adoptadas en relación con la movilidad durante la pandemia.
Tras el estallido de la emergencia sanitaria del covid-19, España ha visto cómo su puntuación de libertad personal se redujo un 5 por ciento.
Si se pone el foco en las diferentes áreas que componen el ILH, se puede encontrar que la puntuación recibida por España en lo tocante al Estado de Derecho es de 7,2 puntos sobre 10, un resultado inferior al observado en otros países de Europa Occidental que podría evolucionar a peor en las próximas ediciones del informe, a raíz de distintas acciones del gobierno que podrían estar afectando negativamente la calidad de las instituciones, la seguridad jurídica y el imperio de la ley.
La evaluación para España resulta inferior a la media de Europa Occidental en lo referido a la libertad de movimiento y también se queda por debajo en otras mediciones, como la salvaguardia de la libertad de asociación y reunión o la libertad de expresión e información. Aun así, las evaluaciones que obtiene España en el ámbito de la libertad personal son relativamente altas cuando se comparan con el resto del mundo.
En cuanto al sistema legal y a la protección de derechos de propiedad, la puntuación recibida es de 7,4. Peor que dicho resultado son los de métricas como la imparcialidad de la justicia (6,3), la libertad contractual (5,2) y la independencia judicial (7,0).
En cambio, están por encima de los 7,4 puntos las notas asignadas a los derechos de propiedad (8,2), la interferencia militar (8,3), la integridad del sistema judicial (8,4), la propiedad de bienes inmuebles (7,8) o la policía y el crimen (8,2).
La existencia de una moneda relativamente estable es un elemento que destaca de manera positiva en todos los países de la Eurozona, por lo que España no es una excepción, al conseguir una puntuación de 9,1 sobre 10.
La libertad de tener cuentas bancarias denominadas en divisas extranjeras (10), la inflación (9,4) y la desviación típica de la inflación (9,8) reflejan una situación positiva para 2021.
Sin embargo, el crecimiento monetario recoge una puntuación de 7,1 y avanza el el cambio a peor que previsiblemente arrojarán los resultados para 2022 y 2023.
Al igual que en lo relativo al Estado de Derecho, esta es otra categoría a la cual se deberá prestar especial interés, debido al periodo de inflación vivido desde entonces.