La Junta reforzará la protección de los menores frente a la violencia vicaria
La vicepresidenta de la Junta y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades participa en la jornada ‘Stop Violencia Vicaria’ celebrada en Burgos, donde ha destacado la prevalencia de la integridad del menor tanto en la legislación autonómica como en la Red de recursos de la Comunidad, así como el compromiso del Ejecutivo autonómico con la erradicación de esta forma de violencia de género.
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La violencia vicaria es una de las expresiones más crueles de la violencia de género, ya que es aquella que se ejerce sobre los hijos para controlar, dominar y dañar a la madre.
Es, por tanto, una doble forma de violencia: la que afecta a los menores, que va desde el maltrato psicológico, pasando por el físico hasta llegar, en algunas ocasiones, al asesinato del niño; y, también, la que sufre la propia pareja.
Para abordar estos contextos, la Universidad Isabel I ha organizado en Burgos, junto a la Asociación Stop Violencia Vicaria, una jornada bajo ese mismo lema —Stop Violencia Vicaria—, en la que ha participado la vicepresidenta de la Junta y consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, quien ha asegurado que las administraciones deben garantizar una respuesta integral y multidisciplinar a este tipo de violencia, en la que el interés superior del menor debe prevalecer.
Isabel Blanco ha explicado que, si bien la Ley de Violencia de Género de Castilla y León que rige actualmente, aprobada en 2010, ya recogió, de manera pionera, a los menores como víctimas directas en este ámbito, la futura norma, hoy Proyecto de Ley, amplía y refuerza la protección y la prevención para evitar este tipo de situaciones, así como se tipifica la violencia vicaria como nueva forma de violencia de género.
El texto recoge que esta se ejerce sobre los hijos, sean mayores o menores de edad, por quienes sean o hayan sido sus parejas o hayan mantenido una relación sin necesidad de convivencia, con el objetivo de perjudicarlas mientras se realiza un daño directo sobre los propios hijos.
Además, la vicepresidenta ha señalado que se precisa de un trabajo conjunto entre el sistema judicial, sanitario y educativo para llegar a comprender el impacto de la violencia vicaria, con el objetivo de que, aunando distintas perspectivas, pueda erradicarse.
Red de recursos de la Junta
La también consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades ha explicitado el firme compromiso de la Junta tanto con la protección a la infancia como con la lucha contra la violencia de género y, bajo estas premisas, ha añadido, está configurado el modelo de atención de la Comunidad.
Una asistencia que se realiza dentro de la ‘Red de atención a víctimas de violencia de género’ mediante la ayuda directa del profesional de referencia —coordinador de caso—, que es quien valora y determina los apoyos que el menor puede necesitar.
La Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades presta y coordina un amplio conjunto de servicios y recursos adaptados a cada situación, con el objetivo de ofrecer una respuesta precisa y eficaz.
El pasado año, de las 627 personas atendidas en los 18 centros de acogida de la Junta —cinco de emergencia y trece casas de acogida—, 248 eran menores. En cuanto al ‘Programa de apoyo psicológico a víctimas de la violencia de género’, se prestó ayuda a 235 menores de las 1.412 personas que pasaron por él.
Un servicio esencial para que madres e hijos recuperen los vínculos afectivos, que pueden haber sido dañados tras los episodios de violencia.
La Junta concedió una vivienda para una mujer y dos menores dentro del programa de viviendas individuales mediante la declaración de actuación singular por la condición de víctima de violencia de género y otorgó nueve ayudas a hijos de víctimas mortales, un total de 5.000 euros al año hasta que cumplan la mayoría de edad.
Para prevenir tanto la violencia de género como la ejercida sobre los hijos de la pareja es muy importante la formación de profesionales en distintas áreas de intervención, como los psicólogos, profesionales jurídicos o del ámbito sanitario.
La Junta promovió la formación de 3.000 personas el pasado año, lo cual se antoja fundamental para garantizar respuestas directas, integrales y eficaces.
La Junta hace hincapié en la prevención y la detección precoz, a través de protocolos y guías de actuación tanto en la Sanidad como en la Educación, en los que se establecen las pautas tanto para descubrir un caso como para actuar en función de la situación.
