Casi 8.500 visitantes se interesan por la exposición "Románico en Soria y el ojo que lo mira"
La muestra se podrá ver próximamente en la villa romana de Cuevas de Soria
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La exposición "Románico en Soria y el ojo que lo mira", que ha recorrido la provincia desde el pasado mes de enero hasta la fecha, ha despertado el interés de 8.451 visitantes, el 9 por ciento de la población de la provincia, según el balance realizado hoy por la Junta de Castilla y León.
Los diez espacios en los que ha estado ubicada la muestra y sus visitantes han sido: Garray, 101; Biblioteca Pública de Soria, 1.585 (de los que 385 han sido escolares); Biblioteca Municipal de San Esteban de Gormaz, 357 (137 escolares); Centro de interpretación de San Baudelio, en Berlanga de Duero, 40 (10 escolares); Centro Cultural Tirso de Molina, en Almazán, 2.630 (89 escolares); Mancomunidad del Campo de Gómara, 179 (19 escolares); Centro Social de Ólvega, 1.221 (70 escolares); Palacio de los Castejones de Ágreda, 510 (25 escolares); Palacio Ducal de Medinaceli, 603 (62 escolares); y, por último, monasterio cisterciense de Santa María de Huerta, 1.225 visitantes.
Fuera del recorrido planteado desde el Servicio Territorial de Cultura, la exposición podrá visitarse próximamente en la villa romana de Cuevas de Soria.
La exposición, organizada por la Junta de Castilla y León, a través del proyecto cultural "Soria Románica", propone un viaje emocional por el románico soriano, con el objetivo de acercar a la ciudadanía la labor de recuperación del patrimonio que se viene realizando y que continuará mientras se mantengan los acuerdos de colaboración y coparticipación con otras instituciones, fundamentalmente con la Iglesia Católica, para la intervención integral en este espacio cultural, según ha subrayado hoy en un comunicado el Gobierno regional.
El recorrido fotográfico de la exposición reflejaba algunas de las más destacadas intervenciones realizadas en la provincia, desde las primeras restauraciones de las ermitas de Rejas de San Esteban o Tiermes a las más recientes como las de Alcozar, Mosarejos o Brías, sin olvidar la restauración de los pequeños vestigios románicos destinados al culto que constituyen los sitiales, frontales de altar y pilas bautismales.
