Los ópticos-optometristas reivindican su presencia en sanidad pública
El Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL) ha puesto en marcha una campaña de comunicación con el objetivo de crear conciencia social para lograr su presencia en la sanidad pública de la comunidad.
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Castilla y León fue la primera comunidad autónoma de España, junto a Navarra, en reconocer la categoría profesional sanitaria del óptico-optometrista pero una década después sigue sin incorporarlos a su sistema de salud.
La presencia de los ópticos-optometristas en la sanidad pública sería un avance cualitativo y necesario para mejorar la salud visual de los ciudadanos y reducir las listas de espera en Oftalmología, que a 31 de marzo de este año ascendía a 52.296 personas, un 63 por ciento más que el año anterior, según datos oficiales del Gobierno regional.
La delegada en Soria del Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León, Sandra Romera, ha subrayado la importancia que tiene esta profesión en la actualidad, en una sanidad que arrastra muchos problemas de listas de espera.
“Se ha visto en otras comunidades que si se cuenta con un profesional sanitario como un optometrista, se pueden reducir las listas de espera en oftalmología, al actuar como filtro”, ha señalado.
La expansión del uso de ordenadores y pantallas en la sociedad de las telecomunicaciones en la que vivimos y la propia pandemia han supuesto mayores problemas relacionados con la visión. Muchas consultas al oftalmólogo se podrían evitar si se diese participación al óptico optometrista en el cribado de
-“Después de una operación de cataratas, los pacientes pasan por el optometrista, que les hace la revisión refractiva pertinente y puede valorar si tiene que volver a pasar por el oftalmólogo”, ha apuntado la delegada.
Con el lema ‘Ópticos en SACYL. Por la inclusión de los ópticos-optometristas en la sanidad pública de Castilla y León’, COOCYL está difundiendo las ventajas que supondría la incorporación de estos profesionales sanitarios en los centros de salud o en los hospitales de la comunidad, no sólo para avanzar en la detección y el abordaje de los problemas visuales de la población, sino también porque la medida supondría un ahorro para las arcas públicas de la comunidad.
De hecho, hasta 11 comunidades autónomas cuentan ya con ópticos- optometristas en su sistema autonómico de salud: Andalucía, Aragón, Baleares, Cataluña, Extremadura, La Rioja, Madrid, Murcia, Navarra, País Vasco y Comunidad Valenciana, donde trabajan unos 400 profesionales integrados en los servicios de Oftalmología contribuyendo a la mejora asistencial visual tanto en hospitales como en centros de salud.
La paradoja es que Castilla y León fue la primera comunidad autónoma de España, junto a Navarra, en reconocer la categoría profesional sanitaria del óptico-optometrista en 2004, pero sin llegar a un mayor desarrollo.
La incorporación del óptico-optometrista a SACYL supondría un relevante ahorro de costes al sistema, como se desprende del informe sobre la ‘Ampliación de cartera de servicios en salud visual: una aproximación de evaluación económica’, entregado ya a la Consejería de Sanidad.
En concreto, de acuerdo con las derivaciones desde Atención Primaria solo por problemas de agudeza visual –que se cuantifican en 74.000 personas al año en la población pediátrica y de 63.100 en la población adulta–, serían necesarias 31 unidades de Optometría en Castilla y León (15 para atención pediátrica y 16 para adultos), con un coste anual de 59.309 cada una, lo que supondría un desembolso de 1.838.579 euros, casi la mitad de los 3.642.300 euros de coste estimado en la actualidad.
Estudios de Grado y apoyo social
Sin olvidar tampoco que Castilla y León es una de las pocas comunidades autónomas con estudios de Grado en Óptica y Optometría, totalmente consolidados y con una alta empleabilidad, tras una trayectoria de 27 años en la Universidad de Valladolid (UVa)
Además, los ópticos-optometristas afianzan cada día su papel en la sociedad como profesionales sanitarios en la atención primaria de la salud visual.
De hecho, como se recoge en la última edición del ‘Libro Blanco de la Salud Visual en España’, del 70 por ciento de ciudadanos que se revisan la vista periódicamente, la mayoría (47%) lo hace en establecimientos sanitarios de óptica, siete puntos más que en 2017.
Igualmente, al 85 por ciento de los castellanoleoneses les parecería bien que, ante un problema de salud visual, antes de que su médico los derive al oftalmólogo, hubiera un óptico-optometrista que los atendiera.
Así, el 63 por ciento de los ciudadanos considera las ópticas como un servicio esencial, y el 83 por ciento cree positivo disponer de un óptico-optometrista en la atención primaria. Una necesidad cada vez más acuciante que el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León lleva años reivindicando.
Representantes de COOCYL esperan una nueva reunión con la Consejería de Sanidad para seguir avanzando en este proceso de incorporación, que ha sido bien acogido en encuentros previos, tanto con la anterior consejera de Sanidad Verónica Casado en diciembre de 2019, como al inicio de esta legislatura con el que fuera director general de Asistencia Sanitaria, Francisco Javier Vadillo, al que posteriormente sustituyó en el cargo Silvia Fernández.
#ÓpticosEnSacyl
La campaña para avanzar en la incorporación de estos profesionales sanitarios en la sanidad pública de Castilla y León arrancó el 26 de mayo, con toda la información disponible sobre las ventajas de esta inclusión en la web de COOCYL.
Además, se ha difundido en redes sociales con el hashtag #ÓpticosEnSacyl, y estará acompañada de una ilustración alusiva del conocido dibujante Álvaro, como continuidad al proyecto de comunicación puesto en marcha hace dos años, #VivePorTusOjos, que incluía un decálogo con consejos para cuidar nuestra visión.
Declaraciones del decano de COOCYL, Luis Ángel Merino
Para el decano de COOCYL, Luis Ángel Merino, la razón para que los ópticos-optometristas formen parte de la sanidad pública está clara: “Castilla y León cubre la atención de la salud visual de una forma incompleta en cuanto a los profesionales que ofrece para dar ese servicio.
Las estadísticas revelan que entre el 70 y 75 por ciento de los pacientes que acuden a SACYL con problemas visuales precisan de una solución optométrica, y a día de hoy esa atención no existe al faltar el óptico-optometrista, que es el profesional formado y preparado para ello”.
Como ha añadido el experto, un servicio público tan importante como la sanidad, sin duda, se enriquece con “profesionales formados, cualificados y colaborativos como es nuestro colectivo”.
“Podríamos insistir en los argumentos de tipo económico para hacer viable esta incorporación, pero lo más importante es que el paciente tendría un servicio más rápido, más especializado, y con una pronta solución para que sus problemas de salud visual se solucionen o se controlen, según sea el caso”, ha asegurado
La prueba está en las once comunidades autónomas en las que hay ofertas públicas de empleo para plazas de personal laboral como ópticos-optometristas, donde los resultados han sido muy favorables.
“Algo debemos de haber hecho mal en Castilla y León para no haberlo logrado todavía, pero espero que esto se revierta, porque desde el Colegio de Ópticos Optometristas de Castilla y León no vamos a dejar de trabajar en este empeño, y estoy seguro de que pronto también aquí podremos ofrecer nuestros servicios como sanitarios que somos en el SACYL”, ha resaltado.
El decano espera poder ser recibido en breve por el consejero de Sanidad de Castilla y León para exponerle todos estos argumentos que nos sitúan como “agentes relevantes en la salud visual de la comunidad”, no en vano “somos un colectivo que atendemos al año a más de 500.000 castellano leoneses, tanto en nuestras consultas como en las de las clínicas privadas de Oftalmología que ofrecen el servicio de Optometría con un óptico-optometrista al frente”.
